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Albania compara la crisis de Kosovo con Bosnia y pide una intervención de Occidente

El Gobierno albanés, que recibió esta semana 10.000 nuevos refugiados kosovares en Tropoje, comparó ayer esta situación con la guerra de Bosnia-Herzegovina. «Con una fuerte y efectiva intervención de la comunidad internacional será posible no repetir completamente el escenario de Bosnia», aseguró el ministro albanés para Integración Europea, Illir Meta. Los 16 países del centro y este de Europa representados en la reunión de Brijuni (Croacia) calificaron ayer de limpieza étnica la actual campaña militar de Belgrado en la zona, que está provocando la huida masiva de kosovares a Albania.

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La situación sobre el terreno es harto confusa. Mientras que el Ministerio de Interior serbio asegura en Belgrado que la «operación de limpieza» contra bases del Ejército de Liberación de Kosovo (UCK) en Decani, en el oeste de Kosovo, ha terminado, fuentes del principal partido kosovar, la Liga Democrática de Kosovo (LDK), insisten en que hay combates en varios puntos.«Las fuerzas especiales serbias disparan con armas de artillería contra las aldeas de Saptej, Gramocelj y Babaloc, donde decenas de casas están en llamas», señaló ayer el Centro Informativo Kosovar (KIC), próximo a la LDK de Ibrahim Rugova. Las operaciones militares serbias se mantienen también en Djakovica y en la frontera con Macedonia, donde ayer resultaron muertos dos albaneses que trataban de infiltrarse en Kosovo.

El éxodo en la última semana de 10.000 personas a Albania, muchas de las cuales caminaron durante cuatro días, ha creado una situación de emergencia en este país. El Gobierno de Tirana, que dice no poseer medios para atenderlos, cifra en 20 millones de dólares (unos 3.000 millones de pesetas) sus necesidades más perentorias. El Comité Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja alertaron ayer a los países donantes para que se preparen para afrontar una crisis de larga duración en Kosovo. Serán necesarias mantas, medicinas y alimentos. Alemania apeló ayer a la agencia de refugiados de Naciones Unidas (ACNUR) a destinar 41 millones de pesetas de emergencia para ayudar a Albania ante la ola de refugiados kosovares. Klaus Kinkel, ministro de Exteriores alemán, recordó que 400.000 albaneses, entre ellos 140.000 procedentes de Kosovo, viven ya en Alemania. Unos 2.000 están llegando cada mes desde que se recrudeció el conflicto.

El presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, en un gesto inesperado, dio ayer permiso para que efectivos de la Cruz Roja viajen a Kosovo para evaluar la situación. La región está desde hace semanas cerrada a la ayuda humanitaria internacional. No hay testigos foráneos de lo que allí sucede. Los escasos periodistas que se encuentran allí desplazados tienen graves dificultades para acceder a las zonas de combate.

Momento delicado

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Este gesto de Milosevic se produce en un momento especialmente delicado para él, pues Estados Unidos se dispone a adoptar en solitario una serie de medidas de castigo contra Belgrado, que serán anunciadas el lunes en Washington, según informó ayer The New York Times .El Reino Unido y Estados Unidos están estudiando la posibilidad de pedir al Consejo de Seguridad de la ONU autorización para emplear la fuerza contra Yugoslavia, según dijeron ayer fuentes diplomáticas. Aunque aún no se ha hecho el borrador de esa posible resolución, los dos países están completando una propuesta que presentarán la próxima semana y que autorice «todas las medidas necesarias» contra Belgrado si prosigue el hostigamiento contra los albaneses de Kosovo. Rusia, no obstante, aliada de Milosevic, estará en contra de esa opción.

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