Ardanza, Mayor Zaragoza y Menchú apuestan por el diálogo contra la violencia
El programa de la Unesco Cultura de paz en el mundo reunió ayer en el Museo Guggenheim de Bilbao a la Premio Nobel de la Paz, la guatemalteca Rigoberta Menchú; al director de la Unesco, Federico Mayor Zaragoza, y al lehendakari, José Antonio Ardanza. Los tres defendieron el diálogo como mejor medio de poner fin a la violencia, aunque condicionado "a que las armas callen". Menchú señaló que los procesos de paz "deben acompañarse de paciencia". Mayor Zaragoza se mostró muy optimista sobre el fin de la violencia en Euskadi.
"Estoy convencido de que en breve plazo Euskadi encontrará los caminos de la paz", auguró el director de la Unesco. Mayor Zaragoza defendió una nueva cultura que permita "a todos los ciudadanos comportarse cotidianamente de forma pacífica". Esta oficina de Naciones Unidad inició ayer con la conferencia de Menchú, Ardanza y Mayor Zaragoza el Foro sobre Conflictos en Vías de Resolución, que estudiará hasta diciembre las experiencias de El Salvador, Colombia, Sudáfrica y Guatemala para avanzar en la pacificación del País Vasco. El lehendakari defendió firmemente el diálogo después de que las armas callen. "Esta sociedad nuestra, cansada como está de tanto enfrentamiento, forzará incluso a los más reticentes a sentarse por fin a dialogar, a entenderse", aseguró. Rigoberta Menchú habló de los procesos de paz desde la experiencia guatemalteca y alertó del peligro que entraña la idea que "sólo a través de la guerra se puede llegar al entendimiento de dos partes en conflicto". La líder indígena defendió la implicación de toda la sociedad en los procesos de paz y, en este sentido, criticó los acuerdos de paz de su país porque no han tenido en cuenta las propuestas de los indígenas. "Una de las cosas más duras de nuestro proceso de pacificación es que dependía sólo de la voluntad de los protagonistas de la guerra", dijo Menchú, quien criticó la escasa participación de las víctimas de la guerra y de los familiares de desaparecidos. Tras la presentación del programa, el colectivo de familiares de presos de ETA Senideak pidió a Menchú, flanqueada por el lehendakari y el director de la Unesco, que interceda en el acercamiento de presos.
