Díez Hochleitner cree un error potenciar sólo las humanidades

Ricardo Díez Hochleitner, presidente del Club de Roma y vicepresidente de la Fundación Santillana, afirmó ayer que «sería un error incurrir en potenciar la enseñanza de las humanidades y la literatura si se deja coja la parte científica y la tecnológica». Díez Hochleitner considera que impulsar una cultura integral, que integre tanto a las enseñanzas humanísticas como científicas, es especialmente importante en estos momentos, porque «se está viviendo una grave crisis cultural en Europa, un momento de una cultura pasiva, que no está siendo nada espléndido en creación, ni tampoco en el campo de la ciencia y la tecnología».El presidente del Club de Roma presentó el libro Formas de explicar. La enseñanza de las ciencias en secundaria, que acaba de publicar la editorial Santillana. Con este libro, repleto de ejemplos prácticos, se pretende ofrecer un apoyo a los profesores de disciplinas científicas. «El libro recoge teorías sobre aplicaciones prácticas de la enseñanza de las ciencias, con observaciones sobre las formas de enseñanza, la actitud de los alumnos o los resultados que pueden aplicarse también a la educación primaria o de adultos».

Díez Hochleitner destacó la importancia del debate sobre la enseñanza de las humanidades, cuya relevancia, según manifestó, «no se debe minimizar». Pero resaltó que es también imprescindible «plantear la enseñanza de las ciencias con renovado énfasis, así como la tecnológica, que es la aplicación de los conocimientos científicos para la solución de los problemas».

Según el presidente del Club de Roma, a la enseñanza de las ciencias «no se le ha dado la atención debida ni en el actual sistema educativo de la LOGSE ni en el anterior. Hay una honesta voluntad política, pero, aunque se ha avanzado, se han quedado muchas cosas en el camino. Y la culpa es de todos». La solución a este problema exige realizar reformas anuales, como ocurre en el modelo de reforma de Suecia, que ha tenido una continuidad y se ha ido revisando independientemente de quién estuviera en el Gobierno en cada momento.

El alumno-cliente

Díez Hochleitner cree que hay que convencer a los alumnos de que «ellos son los clientes y tendrán razón en todo lo que pidan para mejorar su formación. El alumno es el principal socio del proceso educativo».El presidente del Club de Roma considera que se exige demasiado a los docentes, y que no se les compensa y reconoce como es debido. «Ha cambiado el papel del profesor. Ya ha dejado de ser un transmisor de conocimientos para conventirse en el profesor del futuro, al que lo que le pedimos es sabiduría, y al que le debemos dar la formación didáctica que le falta, especialmente en algunos niveles».