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El diván se impone el Campus

Expertos universitarios opinan sobre el el auge de la psicología y el declive del periodismo

En términos audiovisuales, Frasier (el personaje de una serie de televisión que hace psicología como locutor de radio) se está quedando con la clientela de Lou Grant (redactor jefe de local en otra serie). El último informe sobre demanda de plazas universitarias elaborado por la Dirección General de Universidades ha dejado perpleja a gran parte de la comunidad educativa: Psicología ha desplazado a Periodismo en las preferencias de los universitarios y ahora ocupa el tercer puesto en: la clasificación de las carreras más solicitadas, sólo por detrás de las casi imbatibles Derecho y Administración y Dirección de Empresas. Algo debe de estar cambiando cuando la comunicación de masas pierde adeptos en favor de este ascenso irresistible de los laberintos de la mente. Hasta este año, el periodismo y sus conexiones con las libertades públicas, la imagen, la literatura, el romanticismo y hasta el poder constituían un menú muy seductor para quienes consignaban sus vocaciones en la preinscripción universitaria. Ahora, los afanes informativos de la juventud madrileña parecen súbitamente aplacados. La carrera recibió 418 peticiones menos que en el curso 1996-97 y se desplomó hasta el sexto puesto de la lista de favoritas. Paralelamente, Psicología, agazapada hasta hace un año en el séptimo lugar, se encaramaba al tercero con 1.899 peticiones, 111 más que las registradas por su competidora.

El propio consejero de Educación y antiguo rector de la Universidad Complutense, Gustavo Villapalos, se encuentra entre los sorprendidos. "En los últimos años ya advertí en el rectorado una pujanza grande de estos estudios, pero no imaginé que alcanzara estos extremos", admite. A su juicio, el éxito académico radica en la capacidad de transformación que ha sabido poner en marcha esta facultad. "La psicología nació como una especialidad desgajada de filosofía", recuerda, "pero se ha convertido en muy poco tiempo en una titulación tan experimental como muchas de las clásicas de ciencias".

Entre los profesionales del sector, en cambio, las estadísticas de la Dirección General de Universidades suponen sólo una constatación numérica más de una realidad indubitable. Con sus cerca de 35.000 colegiados, España es el segundo país del mundo en psicólogos, después de Estados Unidos. Y el primero en términos relativos: tocamos, aproximadamente, a un psicólogo por cada 1. 115 almas.

Entonces, ¿tan delicados andamos con las cosas del espíritu? "No es eso. Problemas como la ansiedad o la depresión existen desde siempre, son inherentes al ser humano. Ahora sucede sencillamente que se los conoce mejor y los tratamos con más detalle", explica Juan José Miguel Tobal, vicedecano de Investigación en la Complutense y director de un curso de posgrado sobre ansiedad y estrés. Miguel Tobal recalca, no obstante, que el auge de la carrera no se debe sólo a la incidencia de esos problemas propios de un diván que aquejan a uno de cada siete madrileños. "La función clínica de la profesión se ha extendido y diversificado a otros ámbitos: el mundo del trabajo, la seguridad social, la educación, el deporte o las ciencias jurídicas. Esa visión clásica y romántica del que cuida de la mente humana se entremezcla ahora con un enfoque mucho más profesional", reflexiona.

Desde el otro flanco, el decano de la Facultad de Ciencias de la Información, Javier Fernández del Moral, se consuela pensando que las estadísticas de un año concreto "no son significativas ni sirven para sacar grandes conclusiones". El decano recuerda, además, que Periodismo dispone en la región de menos plazas públicas (870) que Psicología (1.265). "Por eso habrá quien anhele ser periodista y no se moleste en consignarlo en la preinscripción, porque sabe que la nota no le llega", apostilla.

El director regional de Universidades, Vicente Ortega, apunta que en los últimos años puede haberse extendido la sensación de que el periodismo es una profesión con difícil acceso al mercado laboral, por lo que más de algún universitario habrá sacrificado su vocación por otra titulación que le ofrezca mejores augurios. Fernández del Moral no cree que exista esa crisis. "Yo doy clase en quinto curso, y con lo de las plataformas digitales y todas estas cosas veo a los estudiantes bastante optimistas e ilusionados", comenta. Y vaticina: "Ya veremos qué efectos produce la serie Periodistas [Tele 5] con vistas a la próxima matrícula. Estoy convencido de que su influjo sedejará notar"

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"En este país también hemos descubierto que la modernidad resulta muy estresante", tercia el homólogo de Fernández del Moral en Psicología, José María Arredondo.

Con todo, este decano no las tiene todas consigo respecto al futuro de su facultad. En los círculos profesionales suena con creciente fuerza la posibilidad de que la actual especialidad de Psicología del Trabajo se disgregue en una nueva titulación que, llevaría por nombre Recursos Humanos. Arredondo rechaza esta idea. "Y no sólo porque defendamos lo nuestro, sino porque estoy convencido de que no basta con estudiar algo de Derecho para concretar una buena selección de personal", argumenta.

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