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Veinte pueblos de Euskadi sufren actos vandálicos en una semana sin que nadie haya sido arrestado

Aurora Intxausti

Los protagonistas de la violencia callejera n Euskadi han provocado en las últimas 4 horas incendios en el Ayuntamiento de Legazpia (Guipúzcoa), en el coche de un ertzaina y en un transformador de Iberdrola que dejó sin luz a 5.500 vecinos además atacaron una comisaría de la Ertzaintza en Basauri (Vizcaya), colocaron un artefacto en el aparcamiento de una empresa de Zumaia (Guipúzcoa) e, intentaron quemar a dos agentes de la policía vasca en Rentería, cuando procedían a retirar una valla de la carretera. En los primeros días de 1998, los protagonistas de estas acciones han actuado en una veintena de pueblos de Euskadi, sin que hasta el momento se haya practicado ninguna detención. Los daños que ocasionan anualmente los jóvenes que participan en algaradas callejeras se acercan a los mil millones de pesetas.

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Un grupo de encapuchados rompió a las 5.20 horas de ayer las ventanas del Ayuntamiento de Legazpi para acceder a su interior, donde causaron cuantiosos daños materiales. Los saboteadores, según la Ertzaintza, colocaron una estufa encendida contra un mostrador de madera de una oficina del Consistorio, lo que provocó un incendio en el primer piso. El fuego se expandió por el edificio y los bomberos necesitaron cerca de dos horas para extinguirlo.La policía vasca asegura que casi de forma simultánea los autores del sabotaje del Ayuntamiento prendieron fuego a una pila de papeles en la entrada de los juzgados de la localidad, situados en el mismo inmueble. El incendio originó desperfectos en una de las oficinas. Los atacantes registraron las dependencias de la Policía Municipal, que se encontraban vacías, y las taquillas de los agentes locales.

El Ayuntamiento, donde ayer se trabajaba intensamente para reparar en la medida de lo posible los principales desperfectos, será abierto hoy al público para celebrar un pleno extraordinario. El alcalde, Juan Ramón Larrañaga (EA), declaró que los vecinos han reaccionado "como si hubieran quemado su propia casa".

Según el primer edil, los daños ocasionados son "bastante cuantiosos", pero precisó que ''si lo que pretendían era dañar nuestro estado de ánimo, no lo han conseguido, ni tampoco lograrán entorpecer nuestra labor". Larrañaga eludió hacer una valoración política sobre el atentado porque, dijo, "ya está todo dicho, y ellos son los que se ponen al otro lado. No se van a salir con la, suya porque nosotros somos la mayoría del pueblo".

La Corporación municipal está integrada por cinco concejales de EA, cuatro del PNV, dos del PSE y dos de HB.

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Los atacantes actuaron con absoluta impunidad y aunque también registraron las taquillas de los policías locales no se llevaron nada, según fuentes del Consistorio. El incendio fue detectado por una patrulla de la Ertzaintza pasadas las cinco de la mañana, cuando observó que salía humo del edificio.

En Rentería, tres jóvenes con los rostros cubiertos intentaron quemar el viernes a dos ertzainas al lanzar una lluvia de cócteles mólotov contra ellos cuando procedían a retirar una valla de la mediana de la carretera. Los artefactos impactarón en el vehículo de la patrulla y ocasionaron escasos daños materiales. Los agentes consiguieron esquivar los artefactos al percatarse de la presencia de los encapuchados. En esa misma localidad cinco agentes de la Ertzaintza sufrieron importantes quemaduras en 1,995 al introducirse en el interior del furgón policial un artefacto incendiario. Tres jóvenes están condenados por ese atentado.

En Billabona, unos, desconocidos prendieron fuego a un transformador de Iberdrola, en él barrio de Amasa, lo que dejó sin luz a 5.500 abonados de la compañía. Este es el segundo atentado que sufre la compañía eléctrica en lo que va de año, pues durante la pasada Nochevieja se produjo un sabotaje en Vitoria contra un transformador que dejó sin electricidad a más de 15.000 vecinos.

Un coche calcinado

En Ordizia, cuatro encapuchados prendieron fuego al vehículo particular de un agente de la Ertzaintza, según el Departamento de Interior del Gobierno autónomo. El interior del turismo resultó totalmente calcinado después de que los encapuchados rompieran una de las ventanillas y rociaran el conche con líquido inflamable. Un vecino logró sofocar el fuego con un extintor.Además, seis encapuchados atacaron con cócteles mólotov en la noche del viernes la comisaría de la Ertzaintza en Basauri (Vizcaya), lo que provocó daños en dos coches propiedad de agentes de la policía vasca qué se encontraban estacionados en las proximidades del edificio. Es el sexto ataque contra agentes de la Ertzaintza que se produce este año ya que, además de la quema de un coche de un agente en Ordizia, el ataque contra la comisaría de Basauri y el intento de quema de dos policías, el día 1 los violentos incendiaron el coche de otro agente en Vitoria, arrojaron artefactos incendiarios contrá la casa de otro en Andoain y colocaron un artefacto que no llegó a estallar en el vehículo de un tercero en Durango.

La Ertzaintza logró desactivar el viernes un artefacto que había sido colocado en el. aparcamiento de una empresa en Zumaia. Los hechos se produjeron a las 22.50, cuando una patrulla de agentes de la policía autónoma detectó un objeto sospechoso en las inmediaciones de una empresa. Los policías comprobaron que se trataba de un artefacto y alertaron a la Unidad de Desactivación de Explosivos, que lo desactivó. La bomba estaba compuesta de un tubo de cartón, dos bombonas de cámping gas y un artefacto pirotécnico.

En los ocho primeros meses de 1997, el Consorcio de Compensación de Seguros tuvo que pagar 600 millones a los afectados por estos sabotajes.

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Sobre la firma

Aurora Intxausti
Coordina la sección de Cultura de Madrid y escribe en EL PAÍS desde 1985. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

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