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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Sanción necesaria

EL TRIBUNAL de Justicia Europeo ha condenado a Francia por dejación de su deber de asegurar la libre circulación por su territorio de camiones con productos hortofrutícolas españoles. La pasividad de las autoridades francesas, ahora condenada, no se refiere a la mostrada este año, sino a los incidentes de 1993 y 1994. El hecho de que muchos españoles no supieran ayer, al conocerse la noticia, de cuándo eran los asaltos a camiones que se condenaban demuestra la grave repetición de los actos vandálicos que se habían producido en estos últimos años.Las relaciones con Francia han mejorado desde aquellos años de forma constante y sustancial. Es de esperar que sus autoridades intervengan con toda energía si amenazaran con repetirse los graves actos de piratería de sus agricultores contra los productos españoles. Esta condena y la disposición del Gobierno de Francia a indemnizar con una mínima agilidad a los perjudicados deberían ser un punto de inflexión en esta desgraciada cadena de acontecimientos que sólo dañan unas relaciones que, por lo demás, deben estar dominadas por el interés común.

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La UE condena a Francia por los ataques contra los productos españoles

El comisario europeo Mario Monti manifestó ayer que la sentencia puede agilizar su propuesta para endurecer las sanciones a aquellos países que no garantizan este tráfico interior. España debe congratularse por ello. Pero asimismo debe ser muy consciente de que también Madrid está obligado a garantizar la libre circulación por sus propias carreteras. Y que la próxima vez que pescadores o agricultores españoles intenten bloquear carreteras para impedir el paso de camiones de terceros países, véase Marruecos, el Ministerio del Interior español también deberá abandonar sus timideces y tendrá que actuar con rapidez y, de ser necesario, con contundencia para que las vías de comunicación queden expeditas. Porque, aunque es cierto que los bloqueos en Francia y España no son comparables, es necesario que en nuestro país no se implanten las costumbres por las que ahora se condena a nuestro vecino del Norte.

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