El profesorado y la universalización de la secundaria, ejes de la enseñanza del futuro

La enseñanza secundaria general y profesional en todos los países entendida como formación permanente centrará el debate de la XII Semana Monográfica Aprender para el futuro organizada por la Fundación Santillana, en colaboración con el ministerio de Educación, e inaugurada ayer en Madrid.Con el lema la secundaria, pivote del sistema educativo, esta etapa fue definida, como "la culminación de una más elevada formación general (...) para una más eficaz incorporación a la vida activa", dijo Ricardo Díez Hochleitner, director de las jornadas. Hochleitner destacó el papel del profesorado y la importancia de su actualización permanente, con "una pedagogía del diálogo" en la que predomine el "aprender a escuchar".

Pivote será estos días la palabra clave, entendida como trampolín para la vida activa, y como lugar de encuentro para la convergencia en los países europeos. "Vamos hacia la universalización de la secundaria" declararon ayer los ponentes en alusión a la extensión a toda la población y a la homologación de fórmulas educativas. "Pero a través de una diversificación de las enseñanzas para poder cumplir con el principio de igualdad", matizó José Luis García Garrido, director del Instituto Nacional de Calidad y Evaluación del Minsterio de Educación.

Díez Hochleitner, llegó a hablar incluso de una secundaria en la que el joven pudiera interrumpir los estudios pero con un bono en el bolsillo para retornar a ellos después de etapas de trabajo.

"Más allá de las soluciones técnicas y de las formulaciones políticas" dijo Jesús de Polanco, "la realidad social demanda respuestas para todos los jóvenes en edad de seguir estos estudios". El presidente de la Fundación Santillana definió este debate como una puerta abierta a Latinoamérica, probada por la presencia del ex presidente de Colombia, Belisario Betancur y presidente de la Fundación Santillana para Iberoamérica.

Para los asistentes a la jornada de apertura (alrededor de 300 profesores y expertos de la educación), la secundaria es algo más que un simple vehículo hacia la Universidad: se trata de un periodo en el que se debe formar ciudadanos responsables, con espíritu democrático a través de fórmulas que acaben con la tradicional pedagogía del enseñar unidireccional; ciudadanos, capaces de asimilar los cambios sociales, económicos y ambientales; de sobrevivir, en definitiva, con el mayor respeto hacia sus congéneres. Un cambio que no recurra a la copia de modelos entre países, sino que tienda a la innovación y a resolver "el gran dilema entre diferenciación comprensiva y diversificación", afirmó Torsten Husén, presidente del Instituto de Educación Internacional, de la Universidad de Estocolmo.

Proponen los expertos adaptar la formación de esas edades comprendidas entre los 12 y los 18 años a cambios profundos como el proceso de globalización, el libre mercado y las nuevas tecnologías. Con una formación muy elevada que permita el acceso al conocimiento avanzado. Una forma anticipada de aprender para el futuro que hace replantearse la secundaria, ofreciendo nuevos modelos sobre cómo ha de servir a los alumnos y a los profesores.

Desde el siglo XIX, las enseñanzas no universitarias se desarrollaron como un fenómeno esencialmente nacional; sin embargo, según los análisis presentados, en la actualidad, los planes y programas de esta etapa han adquirido una gran similitud entre los distintos países, "con excepción por ahora de las ciencias sociales", matizó Díez Hochleitner.

La ministra de Educación Esperanza Aguirre clausuró el acto con una mención especial a los jóvenes de esta etapa educativa "entre el final de la infancia y los umbrales de la edad adulta (...) en la que el alumno va a asentar las bases de su formación".