Los médicos británicos piden que se prohíba fumar en lugares públicos
La Asociación Médica Británica ha pedido al Gobierno laborista que prohíba el consumo del tabaco en lugares públicos a la vista del estudio publicado hoy en el British Medical Journal sobre los riesgos sufridos por los fumadores pasivos. El mismo les atribuye un 23% y un 26% más de posibilidades de padecer, respectivamente, fallos cardíacos y cáncer de pulmón. En el primer caso, inhalar sólo un 1% del humo de otro basta para aumentar el riesgo de enfermar.
El hallazgo, efectuado por el Instituto de Medicina Preventiva de Wolfson, en Londres, puede tener enormes repercusiones sanitarias y legales. Las enfermedades del corazón son corrientes también entre los no fumadores. Sin embargo, hasta ahora los científicos ignoraban que la coagulación sanguínea fuera tan sensible y pueda alterarse en presencia de un porcentaje mínimo de humo de tabaco inhalado.
Con el cáncer de pulmón, lo, problemas previstos ya en medios jurídicos británicos sumarán numerosas querellas de no regularse mejor el consumo del tabaco. Si una persona no fumadora llega a padecerlo, las compañías tabaqueras pueden ser demandadas en virtud del daño sufrido por vivir con un fumador habitual.
Las conclusiones del estudio científico han enconado aún más las posturas sobre el tabaquismo en el Reino Unido. Marjorie Nicholson, miembro de Forest, un grupo dedicado a analizar las consecuencias de las campañas antitabaco para los fumadores, ha pedido que el Gobierno respete sus derechos y no los discrimine por culpa de su hábito. Por su parte, Bill O'Neill, asesor de la Asociación Médica Británica, ha subrayado que los riesgos afrontados por familias enteras de fumadores pasivos deben ser tenidos en cuenta por los miembros que fuman. "En los lugares públicos debe ser eliminado el consumo", concluye.
