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Detenidos 18 funcionarios mexicanos antidroga con 60 kilos de cocaína en un avión oficial

Los esfuerzos del Gobierno mexicano por combatir el narcotráfico se enredan a menudo en la telaraña que el crimen organizado teje en su propia casa. Tres pilotos de la Procuraduría General de la República GR) han sido encarcelados y otros quince funcionarios están bajo arresto domiciario acusados de utílizar un avión oficial ara trasladar 60 kilos de cocaína desde Chiapas a la capital mexicana. Este nuevo escándalo estalla justo cuando el Congreso de Estados Unidos se prepara para escudriñar los logros de México en el combate al tráfico de drogas.

El caso se destapó la semana pasada, pero ha ido creciendo como una bola de nieve a medida en que se van conociendo los detalles. Todos los implicados (pilotos, mecánicos y jefes de navegación) trabajaban en la base que la PGR tiene en la ciudad de Tapachula, en el sureño Estado de Chiapas. Esta zona, fronteriza con Guatemala, es uno de los principales puntos de entrada de la cocaína colombiana. Precisamente los detenidos formaban parte del llamado Equipo de Intercepción Aérea, que se creó en 1995 para la detección de aeronaves sospechosas y que ha recibido entrenamiento en Estados Unidos.La PGR [a medio camino entre los Ministerios de Interior y Justicia]* no ha dado muchos detalles sobre el caso. En un principio se dijo que un supuesto chivatazo alertó a las autoridades, el pasado miércoles, de la llegada a la capital mexicana de uno de sus aviones, tipo Grumman, con mercancía sospechosa a bordo. Otra versión indica que todo se descubrió en una revisión de rutina.

Sea como fuere, más de 50 hombres, entre policías y militares, esperaron el aterrizaje del aparato en el hangar que la institución tiene en el aeropuerto de la Ciudad de México. A bordo se interceptaron varias maletas con 59,9 kilos de cocaína repartidos en 60 paquetes.

El peso de la droga también ha sido motivo de controversia. Los primeros informes oficiales hablaban de 74 kilos. La rebaja de catorce kilos se debió a que, por error, la cocaína fue pesada dentro de las maletas. La policía cree que la droga procedía de Colombia y que fue introducida en México desde Guatemala por vía terrestre.

Además de las detenciones, la PGR ha ordenado la concentración de todo el personal de la base de Tapachula en tanto se prolongan las investigaciones. Las autoridades mexicanas sospechan que el vuelo descubierto la semana pasada no es un caso único. De hecho, desde hacía un mes habían puesto en marcha medidas de vigilancia e inspección de los aviones.

Un golpe tras otro

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Este nuevo escándalo golpea sin piedad a las autoridades mexicanas, que todavía no se han repuesto de la conmoción provocada por la "traición" del general Jesús Gutiérrez Rebollo, detenido el pasado mes de febrero tras descubrirse que utilizaba su cargo de máximo responsable de la lucha antidrogas para dar protección al narcotraficante Amado Carrillo, jefe del cartel de Ciudad Juárez.La caída de Gutiérrez Rebollo sacudió todos los cimientos de los cuerpos antinarcóticos y provocó serias fisuras en las relaciones con Estados Unidos. En los últimos años Washington ha incrementado sus presiones sobre México, de donde proceden, según la agencia antinarcóticos norteamericana (DEA), las dos terceras partes de las 200 toneladas de cocaína que entran anualmente en ese país.

Como si una maldición persiguiera a las autoridades mexicanas, embarcadas en un combate incierto y agotador contra el narcotráfico, el nuevo escándalo viene a estallar en el peor momento: justo cuando el Congreso de Estados Unidos debe analizar los avances de México en la lucha contra el narcotráfico para determinar si mantiene la certificación de buena conducta otorgada por el presidente Bill Clinton en marzo pasado con la opinión contraria de los legisladores.

A pesar de los esfuerzos, el crimen organizado es capaz de extender sus tentáculos en todas las instituciones y abrir nuevas vías de agua. Así lo reconoció ayer el procurador mexicano, Jorge Madrazo, que declaró que los esfuerzos en la lucha contra el tráfico de drogas "no han sido suficientes", si bien se han registrado algunos logros, como el decomiso, en el último año, de 30 toneladas de cocaína. Madrazo abogó por una mayor coordinación entre los diferentes cuerpos de seguridad y por la reforma inmediata de los órganos de justicia.

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