_
_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Relato inmobiliario

Hace unos días mi pareja y yo nos dirigimos a una empresa inmobiliaria de las que están construyendo en la zona este de Madrid, en la creencia, ¡pobres de nosotros!, de que acudiendo a una empresa inmobiliaria propietaria de los terrenos y de las viviendas nos íbamos a evitar toda la picaresca y la inseguridad jurídica que tenemos los consumidores a la hora de realizar la inversión más importante de nuestra vida (lo de más importante me refiero por cuanto esta inversión se lleva el fruto de nuestro trabajo y esfuerzo ahorrador de muchos años).La primera sorpresa viene cuando me exigen la entrega de 500.000 pesetas pata hacer la reserva de piso, que teóricamente sería terminado y entregado en un mes aproximadamente. Al decirles que primero queríamos ver el piso antes de hacer ningún desembolso inicial, nos dijeron que si lo queríamos ver primero deberíamos pagar la cantidad antes indicada, ya que según ellos estábamos comprando sobre plano (pero el precio que piden, según reconocieron ellos, corresponde a una vivienda que ya está terminada -la compra sobre plano supone una diferencia de unos tres o cuatro millones de pesetas menos-). Al preguntarles qué garantías teníamos de que se nos devolviese la cantidad si no nos parecía bien el piso una vez que lo hubiésemos visto, nos dijeron que si no queríamos seguir adelante con la compra las pérdidas eran por nuestra cuenta, que la compañía no nos devolvería la señal.Después de mucho insistir nos enseñaron la vIvienda, que por cierto ya estaba totalmente terminada.

El piso nos gustó, así que le pregunté la forma en que debíamos hacer el pago para la reserva. Nos dijeron que mediante un talón bancario, sin necesidad de que fuese conformado. Pregunté a nombre de quién debería extender el cheque y me contestaron que ya me lo dirían.

Al día siguiente llamé para hacer la reserva en firme y para que me dijesen -a nombre de quién debería hacer el talón. Cuál fue mi sorpresa cuando me dicen que debía extenderlo a nombre de un particular. Al preguntarles que qué relación tenía esa. persona con la empresa, ya que yo en todo momento me estaba relacionando con. la empresa inmobiliaria, me contestaron que era un empleado de esa empresa que lo había comprado y ahora quería venderlo (?).

Ahora me pregunto: si yo me he dirigido y he estado tratando con una empresa, siendo informado y atendido por personal de esa empresa (en la caseta de información de obra y en las oficinas), ¿cómo pueden querer que yo pague 500.000 pesetas a un particular (que lo tiene como opción de compra) sin ninguna garantía por su parte, salvo un contrato privado de compromiso de compra con la empresa inmobiliaria y que no lo tiene escriturado a su nombre.

¿La empresa está de acuerdo? ¿O es la política de esa empresa a la hora de poner sus viviendas en el mercado? Ya no sé qué pensar. ¿No sería ya hora de que el Estado vele por nuestros ahorros (no solamente a la hora de tributar a Hacienda) y que el esfuerzo de muchos años de trabajo no vaya a parar a los bolsillos de quien no se ha esforzado por ganarlo honradamente.-

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_