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El arquitecto Moneo diseña el nuevo complejo hospitalario de O'Donnell.

José Manuel Romero

La Consejería de Sanidad ha aceptado el proyecto del arquitecto Rafael Moneo, autor del Museo de Arte Romano de Mérida y último premio Pritker de Arquitectura -el galardón más importante del mundo en este arte-, para construir el futuro complejo hospitalario de la calle de O'Donnell.La obra, con un presupuesto de 4.000 millones de pesetas, cambiará la imagen de esta zona de Madrid donde ahora se levanta un edificio ruinoso que acoge los servicios de ginecología, obstetricia y materno-infantil del hospital Gregorio Marañón.

Este inmueble, levantado en 1958 y reformado en 1972, será demolido en el segundo semestre de este año para que comiencen las obras del nuevo centro de 350 camas.

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"Sabíamos que Moneo, además de ser uno de los arquitectos con más prestigio del mundo, era uno de los principales enemigos de las moles urbanísticas. Por eso le encargamos que estudiara las soluciones de ordenación de una manzana en la que tenemos parte de nuestros servicios administrativos y hospitalarios", explica Rosa Posada, consejera de Sanidad.

El arquitecto navarro, que vive en Madrid y trabaja en su estudio de la colonia de El Viso, presentó sus ideas en distintos planos y una pequeña maqueta en la que aparecen grandes espacios libres, hasta ahora inéditos, y desaparece el desorden actual y el hacinamiento de los distintos edificios. La idea urbanística de Rafael Moneo, que la Consejería de Sanidad negociará con los vecinos de la zona y con el personal facultativo del hospital Gregorio Marañón, abre a la ciudad zonas verdes hasta ahora ocultas detrás de altos muros o vallas.

Como primera medida, Moneo borra de los planos el actual instituto de obstetricia y ginecología, conocido popularmente como la maternidad de O'Donnell.

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La actual maternidad padece problemas estructurales y sólo está ocupada al 50%

El edificio actual padece graves problemas estructurales y carece de valor arquitectónico, según el estudio técnico encargado durante el mandato socialista. En estos momentos está infrautilizado, ya que la caída de la natalidad -en los últimos 20 años se ha pasado de 2,9 hijos de media por mujer a 1,3- ha dejado las tres plantas de este hospital con un grado de ocupación inferior al 50%. En el último año, la maternidad de O'Donnell ha atendido 3.500 partos, menos de diez al día, según los gestores sanitarios.La consejera Rosa Posada ha decidido tirar este inmueble, que reparte sus fachadas entre la calle de O'Donnell y la calle de Máiquez, mediante una voladura controlada para la que ya tiene presupuesto.

La voladura de la vieja maternidad ya se proyectó en 1994, cuando gobernaban el hospital los dirigentes socialistas. Nunca se llegó a ejecutar, pues el Ayuntamiento de Madrid desautorizó las obras. Para aquella voladura se pensó utilizar 750 kilos de goma 2, 4.000 detonadores eléctricos y 14 kilómetros de cordón detonante.

Los dirigentes sanitarios de la Comunidad han negociado ya con el Insalud la fórmula para garantizar que el servicio que ahora se presta en el instituto de obstetricia y ginecología se va a mantener. La solución adoptada es sencilla: el Insalud cederá camas del hospital Reina Cristina, a tan sólo unos metros de la maternidad de O'Donnell, y la Consejería de Sanidad aprovechará otros espacios poco utilizados del Gregorio Marañón. Así, durante los tres años que durarán las obras estará asegurada la asistencia.

La consejera de Sanidad pretende ordenar la demolición del inmueble cuando confirme que se pueden iniciar de inmediato los trabajos para levantar el nuevo edificio. "Pretendemos que las obras comiencen inmediatamente después de la voladura, que no se hará hasta finales de año".

El presupuesto del nuevo hospital es otra de las preocupaciones de Rosa Posada: "Estamos dispuestos a solicitar la ayuda de Caja Madrid, a través de la obra social, para financiar este proyecto. Para la entidad financiera puede resultar muy provechoso, pues se trata del complejo hospitalario más moderno y atractivo que se va a hacer en la ciudad".

De toda la propuesta del arquitecto Moneo, Sanidad sólo garantiza esta legislatura la ejecución de una primera fase que afecta principalmente a la sustitución de la antigua maternidad de O'Donnell.

El arquitecto ha esbozado como nuevo hospital materno-infantil un bloque cuadrado de cinco plantas rodeado de jardines, con una superficie de 33.600 metros cuadrados (similar al actual).

El nuevo edificio, cuyo diseño definitivo tendrá que ser decidido previo concurso público, no aprovechará los límites del resto de inmuebles vecinos de la calle de O'Donnell, sino que se retranqueará hacia el interior de la parcela dejando un espacio libre junto a la acera actual que será ajardinado. El aspecto de este tramo de la calle de O'Donnell, próximo al cruce con la calle del Doctor Esquerdo, cambiará completamente.

En la propuesta global de Moneo se mantienen intactos dos edificios de valor histórico y artístico -la actual sede de la Consejería de Sanidad, en el número 50 de la calle de O'Donnell, y el hospital infantil, en la calle del Doctor Castelo- Se crea, además, un nuevo corredor administrativo de 11.900 metros cuadrados compuesto por cuatro bloques de cinco plantas unidos entre sí. Aquí se instalará el Servicio Regional de Salud.

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