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Úrculo encuentra graves dificultades para cubrir la jefatura de la Audiencia Nacional

El fiscal general del Estado, Juan Cesáreo Ortiz Úrculo, tiene graves dificultades para cubrir la jefatura de la fiscalía de la Audiencia Nacional, vacante provocada por su propia decisión de destituir fulminantemente al fiscal jefe José Aranda sin haber amarrado antes un recambio. Ya ha ofrecido el puesto, sin éxito, a una docena de los fiscales más antiguos de la carrera.El plazo para solicitar la vacante de José Aranda vencía a medianoche de ayer, aunque todavía podría llegar alguna solicitud por correo en los próximos días. A primeras horas de la tarde, en la Fiscalía del Estado no se había recibido ninguna nueva solicitud que añadir a las ya conocidas del teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño, y el inspector fiscal Luis Poyatos.

Sobre Fungairiño pesa un expediente abierto por una falta muy grave de "conducta irregular que compromete la dignidad de la función fiscal", al haber ocultado presuntamente un informe dactiloscópico en el sumario por el atentado terrorista contra José María Aznar. El antiguo fiscal de la Audiencia Nacional Luis Poyatos también está marcado por la polémica. Firmó la libertad bajo fianza del mafioso Antonio Bardellino -que éste aprovechó para fugarse sin poner el hecho en conocimiento de sus superiores.

Puede quedar desierto

Fuentes del ministerio fiscal indicaron que el concurso puede quedar desierto si el Consejo Fiscal, que se reúne el próximo día 25, considera que ninguno de los candidatos que han solicitado la plaza es idóneo. El Consejo Fiscal está integrado mayoritariamente por miembros de la Asociación de Fiscales, que presidió Juan Ortiz Úrculo hasta su promoción al cargo de fiscal general. De no encontrarse un candidato idóneo, podría procederse a una segunda convocatoria. En último término, parece que el fiscal general podría promover directamente a algún fiscal jefe por necesidades del servicio".Mes y medio después de la destitución del fiscal jefe José Aranda, los fiscales indomables siguen al frente de la Fiscalía de la Audiencia Nacional. Pese a la promesa de Úrculo de cubrir la plaza de Aranda "con la máxima urgencia", durante todo este tiempo la fiscalía sigue siendo regida por Eduardo Fungariño y siguen sin resolverse los expedientes de traslado de Ignacio Gordillo y María Dolores Márquez de Prado.

En los expedientes por falta muy grave que pesan sobre cuatro de estos fiscales -los tres citados y Pedro Rubira- tampoco ha recaído todavía ninguna propuesta de sanción, que fuentes de la carrera creen que acabará siendo simbólica, a tenor de las insistentes declaraciones de Úrculo sobre la presunción de inocencia de los expedientados.

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