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La marcha para exigir cambios devuelve a los belgas la autoestima

Después de varios meses de depresión y vergüenza ajena, los belgas han recuperado la autoestima. El éxito rutilante de la marcha blanca, que reunió en Bruselas a más de 300.000 personas procedentes de los cuatro rincones del país, ha devuelto a los ciudadanos de este país el orgullo de ser belgas.Los analistas resaltan hoy tres aspectos clave sobre la manifestación del domingo: su altísima participación; su carácter pacífico, de reivindicación positiva hacia las instituciones y no un ataque directo contra la clase política, y el talante unitario de la marcha, que logró hacer añicos la barrera lingüística y la de la inmigración.

Todos los partidos encajaron ayer el mensaje de la sociedad: hay que cambiar las cosas. Y hay que cambiarlas a tiempo, porque Bélgica vive un movimiento que no se sabe cómo ni cuándo acabará.

La marcha del domingo ha hecho pasar inadvertidas las acusaciones de la justicia contra el ex secretario general de la OTAN, Willy Claes, que no ha podido dar una explicación convincente sobre el hallazgo en una cuenta corriente a su nombre de 3,5 millones de francos (cerca de 15 millones de pesetas al cambio actual), aparentemente procedentes de comisiones pagadas por la compra de los helicópteros Agusta.

Por otro lado, la policía detuvo ayer a Jachino Contrino, de 35 años, en relación con la muerte del líder socialista André Cools.

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