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Inhabilitado el jefe de la Policía Judicial francesa por colaborar con la justicia

Enric González

La cámara de acusación del Tribunal de Apelación inhabilitó ayer por seis meses al director de la Policía Judicial francesa, Olivier Foll, por boicotear un registro realizado en el domicilio del alcalde de París en busca de pruebas de corrupción. Foll ordenó a sus agentes que se negaran a acompañar al juez Eric Halphen al interior de la residencia del alcalde gaullista Jean Tiberi, sucesor del hoy presidente Jacques Chirac. La sanción, muy superior a la demandada por el fiscal, demuestra la irritación judicial ante las presiones gubernamentales y, sobre todo, añade un capítulo más, a la asombrosa saga de despropósitos y presuntos casos de corrupción en que está envuelta la alcaldía.El director de la Policía Judicial podrá seguir ejerciendo su cargo, ya que la inhabilitación sólo afecta a su empleo como oficial de policía. Foll se declaró, sin embargo, "muy sorprendido por la dureza del castigo" y anunció su voluntad de apelar la sentencia. La severidad del Tribunal de Apelación, encargado de velar por la corrección de las actuaciones policiales, tuvo que ver muy probablemente con la exasperación de la judicatura ante el celo con que el Gobierno frena los sumarios, que afectan a su gente. El fiscal, subordinado del ministro de Justicia, había pedido una reprimenda.

La acción del director de la Policía Judicial causó asombro en medios judiciales. El 27 de junio, a mediodía, cuando el juez Halphen y su escolta se encontraban ya ante la puerta del domicilio del alcalde, los policías recibieron por teléfono la orden de no traspasar el umbral. Era el propio director quien lo ordenaba, por lo que los agentes abandonaron al juez y éste tuvo que realizar el registro personalmente y con la única asistencia de un secretario. La orden de boicotear la investigación llegaba, en realidad, desde la cúspide policial. Fue el propio ministro del Interior, Jean-Louis Debré, quien dio instrucciones a Foll, con el pasmoso argumento de que Tiberi no había sido "previamente avisado".

La alcaldía de París aparece una y otra vez en los sumarios sobre presunta financiación ilegal de la Reagrupación para la República (RPR), el partido fundado en 1976 por Jacques Chirac. Facturas falsas, concesiones de obras a cambio de dinero y nóminas artificialmente hinchadas son algunas de las acusaciones contenidas en un ramillete de sumarios varias veces troceados, trasladados o recomenzados por orden del Ministerio de Justicia, cuyo titular, Jacques Toubon, consideró en su momento "normal" la actuación de la policía al negarse al registro.

El inmenso palacio municipal de París desde el que Chirac organizó su larga marcha hacia la presidencia está hoy en permanente estado de sitio. Las investigaciones del juez Halphen han demostrado que en julio, el mes en que se desarrollaron la mayoría de los registros en las dependencias municipales, el Ayuntamiento se deshizo de gran parte de sus archivos. En mayo se enviaron a la destrucción seis sacas de documentos; en junio fueron cuatro, pero en julio fueron 34, nada menos. La operación limpieza obligó a varios funcionarios a trabajar durante noches enteras. El juez también pudo saber, gracias a distintos testimonios, que en caso de registro los vigilantes tenían orden de entretenerle e impedirle "amablemente" el paso para dar tiempo a "ordenar las cosas" en los despachos.

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