Clinton reafirma el respaldo de EE UU a la "democracia y la paz" en Israel
El presidente Clinton aseguró ayer que la política de EE UU sobre Oriente Próximo no cambiará, independientemente del resultado de las elecciones, y que se seguirá respaldando "al pueblo de Israel, a la democracia y al proceso de paz". El ministro de Asuntos Exteriores español, Abel Matutes, afirmó por su parte qué el proceso de paz es imparable porque así lo quiere la mayoría de los israelíes. El Ministerio de Exteriores francés también se mostró convencido de que "los compromisos alcanzados en Oslo no pueden cuestionarse".
Bill Clinton, que había apostado claramente por Simón Peres, siguió el recuento de votos hasta bien entrada la noche y señaló que las elecciones habían sido particularmente complicadas para el pueblo de Israel. Antes de conocer el resultado definitivo, Clinton defendió la continuidad de la política norteamericana mencionando la paz y la seguridad, las palabras claves de los dos candidatos: "Si Israel está preparado para asumir riesgos en favor de la paz, nosotros estamos decididos a hacer lo que podamos para reducir esos riesgos e incrementar su seguridad".A pesar de haber favorecido a Peres con sus declaraciones y con un abrazo ante las cámaras en la Casa Blanca en plena campaña electoral, el pragmatismo de Clinton comenzó ayer a funcionar, anticipando un probable cambio de interlocutor en Israel y restando importancia a las amenazas de Benjamín Netanyahu de bloqueo del proceso de paz: "Ha habido diferencias en lo que los dos candidatos decían, pero me han parecido muy interesantes algunos comentarios que Netanyahu ha hecho en los últimos días".
El presidente Clinton se reservó otras opiniones hasta la proclamación oficial de los resultados, pero subrayó que el compromiso de EE UU con Israel está por encima de ideologías y personas y rindió un oportuno homenaje al partido conservador de Israel: "La primera parte del proceso de paz en su conjunto en Oriente Próximo se completó con el predecesor de Netanyahu en el Likud", señaló en referencia a los acuerdos de Camp David que el primer ministro Menájeni Begin firmó con el presidente de Egipto en 1979.
A pesar del esfuerzo de realismo, es evidente que una derrota de Peres supone un tremendo revés para la Casa Blanca. El proceso de paz en Oriente Próximo, uno de los ejes de la política exterior de EE UU, ha llevado al secretario de Estado, Warren Christopher, a visitar en más de 20 ocasiones la zona.
El ministro de Asuntos Exteriores español se sumó al respaldo a la paz por encima de victorias partidistas. En opinión de Abel Matutes, "los enemigos del proceso de paz son los extremistas de ambos lados, tanto los partidos ultrarreligiosos israelíes como los integristas árabes, pero hay una gran base electoral, más del 80%, que es partidaria de este proceso, aunque sea buscando grandes coaliciones".
La diplomacia francesa también mostró su convencimiento de que Oslo es imparable, pero advirtió que "seguirá con atención los avances en el proceso de paz"
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