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Uno de los líderes de Tiananmen huye de China y consigue refugio en EE UU

Liu Gang, uno de los líderes de las manifestaciones a favor de la democracia que se desarrollaron en la plaza pequinesa de Tiananmen en 1989, ha logrado huir de China y ser acogido en EE UU. Liu se encontraba, desde que el año pasado salió de la cárcel, en arresto domiciliario. Según declaró en Pekín 10 días antes de su huida a la agencia Reuter, los policías que le vigilaban habían hecho su vida "insoportable".

Michael McCurry, portavoz de la Casa Blanca, indicó que a Liu, de 34 años, se le había permitido entrar en EE UU en virtud de una cláusula de la ley sobre inmigración y nacionalidad que permite a un extranjero establecerse "temporalmente" en Estados Unidos "por razones de urgencia inmediata o de interés público" . McCurry se negó a dar el más mínimo detalle sobre cómo el disidente logró llegar a Boston, donde ahora descansa con unos amigos. Liu Gang ha manifestado en esa ciudad que tiene intención de solicitar asilo político a las autoridades norteamericanas. Una fuente del Departamento de Estado que pidió no ser identificada precisó anoche que el joven disidente obtendrá asilo. "Tenemos una antigua tradición de 200 años de acoger en Estados Unidos a gente como él", dijo el funcionario que añadió que " nos sentimos felices de que [Liu Gang] esté aquí".

Liu Gang tampoco quiso explicar cómo consiguió burlar su vigilancia y escapar de China. En declaraciones a la BBC se limitó a indicar que viajó a Pekín para protestar por la actuación de la policía, que registraba su casa casi todos los días y le perseguía en coche y moto a cualquier sitio que fuese. "Me dijeron que tenía que volver a Lingyuan o me volverían a detener", afirmó Liu.

En lugar de volver a su pueblo, Lingyuan, a unos 700 kilómetros al noroeste de Pekín, Liu,Gang decidió quedarse en la capital china y ponerse en contacto con activistas de derechos humanos que le ayudaron a escapar. El disidente salió de la República Popular el 27 de abril y llegó a EE UU el pasado miércoles. Las autoridades de Hong Kong han desmentido que haya huido a través de su territorio. Según Liu, viajó por "varios países" antes de llegar a Boston.La organización Derechos Humanos en China, con base en Nueva York, fue la que se encargó de comunicar por fax a las sedes en Pekín de los medios de prensa internacionales la noticia sobre la huida del antiguo estudiante de Físicas de la Universidad de Pekín, que pasó seis años en prisión tras ser declarado culpable de "conspiración para derrocar el Gobierno". Después de Wu'er Kaixi y Wang Dan, Liu era el tercer estudiante más buscado por las autoridades chinas tras la matanza que puso fin el 4 de junio de 1989 al movimiento prodemocracia.

"Tengo confianza en que usarán su valor y conocimiento como políticos para crear oportunidades que resuelvan gradualmente los problemas dejados por el 4 de junio, en lugar de intentar simplemente evitarlos, tenerles miedo o imaginar que la gente los olvidará", reza una carta enviada el 15 de abril por Liu al anciano líder Deng Xiaoping y al presidente de la República y secretario general del partido comunista, Jiang Zemin.

AI denuncia "torturas sistemáticas"

Amnistía Internacional (Al) afirma en un comunicado que "la tortura y el maltrato continúan extendidos y son sistemáticos en China", a pesar de que ese país firmó en 1988 la Convención de Naciones Unidas contra la tortura. "Las violaciones [a la convención] se producen en los puestos de policía, en los centros de detención, en los campos de trabajo y en las prisiones de todo el país, y terminan a veces con la muerte de la víctima", señala AI. La organización, defensora de los derechos humanos indica que no hay estadísticas disponibles sobre el número de personas muertas en prisión en China, pero que sabe de 378 casos de tortura para arrancar la confesión en 1993.

Mientras, en Ginebra, China presentó un informe en el que califica la tortura de "acto criminal" ante el Comité contra la Tortura de las Naciones Unidas, cuyos 10 miembros debían de examinarlo ayer a puerta cerrada. El informe destaca que el Estado chino, "tras adoptar un extremadamente serio punto de vista sobre cualquier incidente de tortura, ha adoptado amplias medidas, tanto en el terreno administrativo como judicial, para castigar por ley a cualquier culpable de semejantes actos".

El diario chino Xinhua recogía ayer unas declaraciones del ministro de Justicia, Xiao Yang, en las que aseguraba que se ha advertido a cientos de miles de policías empeñados en una campana contra la delincuencia por todo el país que no torturen a los sospechosos. "La policía debe de ser educada y cumplir estrictamente la ley, actuar de acuerdo con la ley y, por supuesto, no permitir abusos físicos ni extracciones de confesiones con tortura", señaló el ministro.

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