_
_
_
_
_
Reportaje:

El paIadín de la Yihad

Intrépido y multimillonario,Osama Ben Laden financia al extremismo islámico

Osama Ben Laden es un hombre difícil de encontrar. Exiliado de Arabia Saudí, ha vivido en Sudán durante cinco años. Su paradero es sólo conocido por sus ayudantes y un puñado de oficiales sudaneses. Mientras que él se ve como "un devoto hombre de negocios musulmán", el Departamento de Estado norteamericano le considera "uno de los más significados patrocinadores financieros de las actividades extremistas islámicas en el mundo". EEUU tiene un interés especial en él tras el atentado en noviembre contra un centro de entrenamiento de la Guardia Nacional en Riad (Arabia Saudí), dirigido por profesores norteamericanos. Murieron siete personas, incluidos cinco estadounidenses.Aunque prácticamente desconocido en Occidente, Ben Laden es un importante personaje entre los fundamentalistas islámicos. Su difunto padre era de origen campesino en Yemen y se convirtió en el magnate de la construcción más rico de Arabia Saudí. La fortuna familiar se estima en 5.000 millones de dólares (unos 635.000 millones de pesetas), y con 38 años, Osama Ben Laden controla personalmente una fortuna de cerca de 300 millones de dólares (unos 38.000 millones de pesetas). En los años ochenta se hizo famoso en los círculos islámicos por su heroico papel luchando contra los soviéticos en Afganistán. Pocos años después de la guerra, se exilió en Sudán, donde dirige varios negocios.

Ben Laden se ha convertido en un personaje prominente en el embriónico movimiento islámico que quiere derribar la monarquía prooccidental de Arabia Saudí. Además, funcionarios de seguridad de Arabia Saudí y EE UU sospechan que se ha convertido en un participante central de una difusa red que proporciona fondos a los terroristas islámicos. En vez de depender únicamente de Estados como Sudán, Irán o Libia, este grupo de Yihad (Guerra Santa) está coordinado por personas. Además de hacer su propia contribución financiera, Ben Laden desempeña otro papel, según creen diversas fuentes: recauda dinero de hombres de negocios islámicos, principalmente en el Golfo, lo introduce a través de empresas en Estados Unidos, Europa y Oriente Próximo y finalmente lo encauza hacia los guerreros santos en varios países.

En su oficina cerca de Jartúm, la capital de Sudán, Ben Laden reconoce su oposición política a la casa saudí, pero menosprecia las acusaciones de terrorismo. "Los egipcios habrán cogido a alguien que habrá dicho: 'Yo fui entrenado en un campo de Ben Laden'. Estos campos se establecieron para ayudara los afganos, pero, de repente, los medios de comunicación egipcios me culpan de todo lo que pasa. Es como culpar a una universidad por los estudiantes que se gradúan y realizan malas acciones".

Hasta ahora nadie ha obtenido evidencias concluyentes sobre la implicación de Ben Laden con el terrorismo. Sin embargo, los investigadores están siguiéndole la tústa de cerca en varios casos:

- En diciembre, la policía británica irrumpió en la residencia londinense de un argelino llamado Rachid Ramda y encontró comunicados del Argelino Grupo Islámico Armado, sospechoso de siete atentados con bombas en Francia que mataron a siete personas e hirieron a 180 el año pasado. La policía también descubrió documentación de transferencias telegráficas y señalaban a las oficinas centrales de Ben Laden en Jartúm.

- También en diciembre, funcionarios de seguridad egipcios descubrieron una conspiración del grupo extremista Yihad Islámica para asesinar al presidente Hosni Mubarak. Basándose en interrogatorios, que pueden haber incluido la tortura, las autoridades egipcias están ahora investigando la pista de un informante de que Ben Laden ayudó a financiar el compló.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

- Citando a sus propias fuentes de espionaie el Departamento de Estado norteamericano dice que Ben Laden ayuda a mantener tres campos terroristas de entrenamiento en el norte de Sudán. Extremistas de Egipto, Argelia y Túnez re ciben instrucción en los campos.

- En 1992, las bombas en dos hoteles de Aden mataron a dos turistas australianos y fallaron por poco, contra 100 militares de Estados Unidos que se dirigían. a Somalia para la Operación Devolver la Esperanza. El Departamento de Estado cree que Ben Laden lo financió.

Criado en Arabia Saudí cerca del mar Rojo, Ben Laden parecía un joven normal. Pero era más pío que sus hermanos y se sintió profundamente afectado por la implicación de la empresa de su familia en la reconstrucción de las mezquitas santas en La Meca y Medina. Entonces, en 1979, justo después de graduarse en la Universidad Rey Abdul Aziz, la Unión Soviética invadió Afganistán, y la resistencia de guerrilleros muyahidin hizo un llamamiento internacional en petición de ayuda. Ben Laden respondió marchándose él mismo con varios de los bulldozers de su familia a Asia central.

Al principio, su trabajo fue político. Reclutó miles de luchadores árabes en el Golfo Pérsico, pagó sus pasajes a Afganistán y fundó el principal campo guerrillero para entrenarlos. Más tarde diseñó y construyó túneles defensivos y trincheras a lo largo de la frontera paquistaní, conduciendo un bulldozer y exponiéndose a los bombardeos de los helicópteros soviéticos. Poco después, cogió un Kaláshnikov y se fue a luchar. En 1986 repelió con unas docenas de defensores árabes un asalto soviético en una ciudad llamada Jaji, no lejos de la frontera paquistaní. Un año después, Ben Laden dirigió una ofensiva contra las tropas soviéticas en la batalla de Shaban. Una violenta lucha cuerpo a cuerpo se saldó con elevadas bajas muyahidin, pero sus hombres consiguieron expulsar a los soviéticos de la zona.

"Era un héroe para nosotros porque siempre estaba en primera línea, siempre por delante de todos", dice Hamza Mohamed, un voluntario palestino en Afganistán que dirige uno de los proyectos de construcción de Ben Laden en Sudán. "No sólo dio su dinero, se dio él mismo".Ben Laden volvió a casa y descubrió que se había convertido en una celebridad. Pero su aura rápidamente se apagó cuando comenzó a denunciar al régimen saudí. El Gobierno ya había comenzado a ser criticado por los activistas musulmanes por su corrupción y su fracaso en adherirse estrictamente a la ley islámica. Todas estas debilidades le ofendieron. Pero la verdadera apostasía fue la decisión del rey Fahd de permitir la entrada de tropas occidentales en el reino durante la guerra del Golfo. Según Ben Laden, la presencia de infieles armados en la tierra santa era una profanación del islam. Tras criticar públicamente el régimen y convertirse en blanco de una campaña de hostigamiento, marchó a Sudán en 1991. Un considerable contingente de "árabes afganos" -árabes de varios países que lucharon en Afganistán- le siguió.

Se niega a hablar sobre sus conexiones con los Gobiernos de Sudán e Irán o con terroristas convictos, como el jeque egipcio Omar Abdel Rahman, encarcelado en EEUU. Pero niega cualquier implicación en el atentado de Riad y los recientes ataques suicidas en Israel. "No me sorprende que regímenes corruptos hagan esas acusaciones", dice.

Copyright Time Inc.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_