La dirección del PP no arropó a Ruiz-Gallardón en el Día de Madrid

José María Aznar defraudó ayer a la mayoría de los 1.400 invitados por Alberto Ruiz-Gallardón a su primera recepción oficial como anfitrión del Día de la Comunidad de Madrid. Ni Aznar ni ningún otro miembro de la cúpula del PP se presentaron en la desapacible mañana de ayer para arropar a Ruiz-Gallardón en el remozado hospital de Maudes, sede anual de unos ágapes que se han convertido en uno de los más esperados foros de intercambio de chascarrillos entre la grey político periodística de la capital. Fue una jornada con un sol traicionero, que había concitado muchas expectaciones y la mayoría fueron frustradas, menos la medalla que impuso Ruiz-Gallardón a su antecesor, el socialista Joaquín Leguina.

Aznar no acudió, con lo que se privó de acaparar la atención de decenas de periodistas ávidos por confirmar un sinfín de rumores en la fecha más propicia. A cambio, se libró de recibir una irrespirable retahíla de recados del estilo "¿Qué hay de lo mío?". Esa fue la frase de la mañana para casi todos menos para Ana Mato, embarazada en el último mes y presunta colaboradora de Aznar en La Moncloa.

Aznar se enclaustró con su equipo retocando su discurso de investidura. Esa fue la disculpa que se dio a su ausencia. Pero es que tampoco apareció Rodrigo Rato, el futuro superministro de Economía. Un consejero de Ruiz-Gallardón le llamó por teléfono para requerir su presencia. Tenía otra cita. Tampoco se personaron Francisco Álvarez Cascos, ni Mariano Rajoy... Sí se presentó el presidente del Congreso, Federico Trillo, con su estela, el vicepresidente Enrique Fernández Miranda; y el portavoz del PP en el Senado, Pío García Escudero, un hombre de Aznar, pero senador autonómico por Madrid. Trillo ofreció una clave para analistas y ministrables: sospechoso será todo aquel o aquella al que se pida desde la sede central del PP que esté localizable este fin de semana.

Todos localizables

La concejal madrileña Esperanza Aguirre, comodín para varios ministerios (Medio Ambiente, Educación y Cultura) y como futura cara del Gobierno (portavoz), arrebató micrófonos y cámaras. Descendió por la escalera del palacete como una artista de cine: era la única ministrable presente. Y confirmó que en el PP la quieren localizable. Luego enseñó el bolso, sacó un teléfono móvil y hasta se volvía cuando le espetaban: "¡ministra!".Aznar no reclamará para su gabinete a ningún consejero de Ruiz-Gallardón, pero el alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, sí tiene claro que perderá a Aguirre y a otros ediles. Álvarez del Manzano alertó de que Aznar deparará varias sorpresas. Estaba informado. La noche anterior cenó tres veces con amigos políticos. Ayer se marchó rápido para jugar al tenis y bajar tantas calorías.