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Las elecciones de abril en Italia se decidirán en el norte

Los sondeos electorales en Italia están dando como muy probable el hundimiento de la Liga Norte, único partido relevante que se presenta sólo a los comicios, y ello mantiene en vilo los resultados globales. Buen número de las mismas encuestas siguen prediciendo un empate básico entre los dos grandes bloques, el Polo de la Libertad y el Olivo, pero al mismo tiempo reflejan que más de 80 colegios electorales del norte italiano están en el aire. Su atribución final sancionará el empate o, alternativamente, inclinará la balanza de uno u otro lado.Ello explica que el Olivo trasladara ayer toda su plana mayor para inaugurar en Milán una convención orientada a difundir la imagen de moderación del centro izquierda y a reforzar el liderazgo de Romano Prodi sobre ese bloque. En cambio, Umberto Bossi, el líder de la Liga, arengará hoy a sus huestes en Pontida, centro del independentismo lombardo, para intentar salvar esa veintena de diputados que le permitirían jugar como fiel de la balanza.

Ni en Alianza Nacional (AN), ni en el Partido Democrático de la Izquierda (PDS) se le dan a Bossi muchas posibilidades de lograr tal objetivo. Esos dos partidos son los que se consideran en mejores condiciones para repartirse la herencia de Bossi.

Los sondeos indican que AN crece con fuerza en el noreste mientras que el PDS gana consensos en el noroeste. Sus dirigentes locales creen que lograrán resultados significativos incluso en ciudades como Pavía, y consideran probable un triunfo de la izquierda en localidades como Cremona o Mantua, donde la Liga Norte tiene su parlamento, símbolo del secesionismo. Esa difusión del Olivo por el valle del Po y otros territorios lombardos o vénetos, donde la izquierda nunca fue dominante, es el objetivo estratégico de la convención de Milán.

En su intervención inaugural, Walter Veltroni, número dos de la coalición, fue la moderación en persona. "Basta de insultos en la campaña", dijo. Unidad frente a los secesionistas,, menos cárcel preventiva y más justicia, apoyo a la pequeña y mediana empresa, y reducción del número de impuestos son algunos de los eslóganes que manejó en su discurso.

Pero más que el contenido de los programas, tan orientados al centro que el Polo y el Olivo se han acusado mutuamente de plagio, lo que cuenta en ésta campaña es el lenguaje, y ahí el Olivo ha tratado de competir en espectacularidad a la americana con Silvio Berlusconi.

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