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Da a luz la mujer que está en coma desde hace diez años

La prueba del ADN determinará quién violó a la enferma

La mujer que fue violada el pasado verano mientras estaba en coma dio a luz el pasado lunes a un niño que nació con nueve semanas de adelanto. El niño pesó 1,2 kilos y, a pesar de ser prematuro, su estado de salud es bueno. La mujer, de 29 años, en coma a consecuencia de un accidente de tráfico sufrido hace diez años, no ha registrado ningún cambio en la situación vegetativa tras el alumbramiento. Sus padres quieren hacerse cargo de la custodia del niño y la policía todavía no ha practicado ninguna detención, aunque hay un sospechoso y se han tomado muestras de ADN de otros posibles violadores.La mujer, de la que no se ha facilitado el nombre, tuvo el niño en el Strong Memorial Hospital de Rochester, en el Estado de Nueva York. Los médicos que la atienden creen que es el primer caso de un organismo que pasa por un embarazo y un parto estando en coma.

Se habían hecho preparativos para realizar una cesárea en mayo, pero en la madrugada del lunes se registraron los primeros síntomas del parto. La mujer fue atendida por un equipo especializado en nacimientos de alto riesgo. Todo fue bien y una hora y cuarto después nació el niño: "Después de un parto rápido y sin incidentes, madre e hijo se encuentran bien", comunicó el portavoz de la clínica. El niño estará en una incubadora durante cuatro o cinco semanas, pero respira por su cuenta y sólo necesita oxígeno suplementario, según el portavoz.

Los padres de la mujer, que sufrió un accidente cuando el coche en el que viajaba patinó en el hielo y se estrelló contra un árbol, no quisieron interrumpir el embarazo y ahora piensan solicitar la custodia del niño. La decisión será tomada por un Tribunal de Familia.

La policía tiene un sospechoso principal de la violación, ocurrida en verano en la residencia sanitaria en la que la joven estaba internada, el Westfall Health Care Center. Se trata de un antiguo enfermero del centro que fue ya acusado el año pasado de abusos sexuales por una paciente. El pasado lunes, el enfermero se declaró culpable de esa acusación, pero hasta el momento no ha admitido haber violado a la joven en coma. Se espera que después del nacimiento del niño los investigadores contrasten las pruebas de ADN hechas a unas treinta personas -personal del centro y visitantes- y puedan determinar la paternidad.

El caso ha servido para descubrir que los abusos sexuales en clínicas y residencias son una realidad de dimensiones muy superiores a las que se pensaba. Dennis Vacco, fiscal del Estado de Nueva York, reveló en enero que su oficina recibe alrededor de 1.000 denuncias de este tipo cada año.

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