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Cuestionada la seguridad de los fármacos más usados en el mundo contra el colesterol

Científicos de EE UU afirman que las estatinas y fibratos causan cáncer en animales

Dos investigadores de la Universidad de California en San Francisco cuestionan la seguridad a largo plazo de los medicamentos más utilizados en el mundo para reducir el nivel de colesterol. En un artículo publicado ayer en la revista The Journal of the American Medical Association, Thomas Newman y Stephen Hulley mantienen que dos tipos de fármacos, las estatinas y los fibratos, causan cáncer en animales de laboratorio y que podrían tener el mismo efecto en personas. Otros dos médicos se oponen a esta tesis en un editorial publicado en la misma revista.

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Lo que está en cuestión es si una persona supuestamente sana con un elevado nivel de colesterol resultará beneficiada por un uso prolongado de medicación para bajarlo hasta el punto de justificar cualquier riesgo asociado al tratamiento. Newman y Hulley afirman que estos medicamentos deben dedicarse a pacientes que padezcan afecciones cardiacas o aquellos que tienen un gran riesgo de desarrollarlas. Anteriormente, ellos habían cuestionado el acierto económico y médico de las pruebas y tratamientos para controlar el colesterol.En la década pasada se han multiplicado por más del 10 las prescripciones de medicamentos anticolesterol, sobre todo estatinas y fibratos. En 1992 (último año para el que hay datos disponibles), se extendieron en EE UU más de 26 millones de recetas para estos fármacos.

"Los medicamentos para reducir el colesterol no son como la mayoría de los medicamentos, que se dan a personas enfermas con la esperanza de curarlas", ha comentado Newman en una entrevista. "Se pueden tolerar grandes riesgos en personas que están enfermas, pero los fármacos para reducir el colesterol se han venido administrando a personas que están bien con la esperanza de mantenerlos bien. Para estas personas, el beneficio proyectado es menor y el posible riesgo es más importante", continúa. "Lo que nos preocupa es que los medicamentos pueden estar asociados con un aumento del cáncer y que no se note éste en 20 años o más".

Hulley dice: "No queremos que nuestro informe alarme a la gente que esté tomando medicamentos para reducir el colesterol. Las personas con un alto riesgo a corto plazo de desarrollar enfermedades coronarias. no debería preocuparse por la hipotética posibilidad del cáncer, que puede estar a muchos años de distancia".

Alto riesgo

Según Hulley, están en el grupo de alto riesgo quienes padecen enfermedades coronarias y hombres mayores de 45 años y mujeres mayores de 55 con alto nivel de colesterol que no respondan adecuadamente a cambios en la dieta, especialmente personas con otros factores, como diabetes, obesidad, alta presión arterial o fumar, que los sitúa en un alto riesgo de padecer enfermedades de corazón.La evidencia cancerígena que los investigadores citan es circunstancial, sobre todo estudios que muestran un aumento de la incidencia de cáncer en roedores de laboratorio tratados con dosis especialmente altas de medicamentos, mucho más altas de las que alcanzan las personas sometidas a estos tratamientos farmacológicos.

Aunque admiten que no hay pruebas definitivas del riesgo de cáncer en humanos que tomen estos fármacos, ellos destacan que el más popular, las estatinas, no se ha utilizado. desde, hace suficientes años para haber causado cáncer entre los usuarios.

Los estudios con los fibratos, más antiguos, son más preocupantes, afirman los investigadores, porque revelan un incremento pequeño pero significativo del número de muertes no debidas a dolencias cardiovasculares, incluido cáncer.

Para aquellas personas que necesitan un tratamiento a largo plazo de reducción del colesterol, dice Hulley, dos tipos diferentes de medicamentos, la resina colestiramina y la vitamina niacin, parece que tienen menos efectos adversos. Los dos médicos de la Universidad de Arizona, que cuestionan en la revista el riesgo de cáncer asociado a los fibratos y las estatinas, critican las evidencias en que se basa tal conclusión.

Malos modelos

James Dalen, epidemiólogo cardiovascular, y William Dalton, oncólogo, afirman que los roedores son malos modelos para predecir la capacidad cancerígena de un producto químico en humanos. Casi todos los carcinógenos en personas lo son. también en roedores, pero no a la inversa. "Aproximadamente, el 50% de todos los productos químicos probados en roedores serán identificados como carcínogenos, una proporción poco plausible", afirman los científicos de Arizona. Los científicos advierten, además, que las dosis de medicamentos utilizadas en los estudios con ratones son muy superiores a las que toma la gente y que, con tales dosis, los efectos tóxicos pueden producir cáncer en los animales.Dalton ha comentado que ensayando en ratones con los niveles equivalentes a las dosis, que se administran a las personas no hay incremento de la incidencia del cáncer en animales.

Newman y Hulley contraatacan diciendo que la mayoría de los medicamentos, incluido el 85% de los utilizados para reducir la presión arterial, no producen cáncer en roedores; recuerdan también la declaración de la Organización Mundial de la Salud según la cual cuando no hay datos disponibles en humanos es "prudente" observar el riesgo de cáncer en animales como indicador del riesgo en humanos.

Estos dos científicos no han realizado nuevos ensayos sobre el potencial cancerígeno de los medicamentos, sino que han basado su advertencia en estu dios con roedores presentados en la Food and Drug Administration (FDA) estadounidense antes de que tales medicamentos fueran aprobados para su venta. La FDA, aparentemente, no consideró esos resultados causa suficiente para prohibir su uso, pero limitó la aprobación del firbrato gemfibrozil a ciertos pacientes de alto riesgo.

Newman señala que es más fácil para los médicos escribir una receta para un medicamento contra el colesterol que aconsejar al paciente acerca de dietas y hábitos contraproducentes para las enfermedades cardiovasculares. "Los médicos están teniendo más éxito recomendando fármacos contra el colesterol que convenciendo a la gente para que deje de fumar y haga ejercicio", dice.

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