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Un acuerdo para ganar tiempo en Irlanda del Norte

Londres y Dublín parecen haber logrado algo así como la cuadratura del círculo al romper el punto muerto en el que se encontraba el proceso de paz del Ulster. Sin embargo, el acuerdo sellado el martes por la noche en la residencia oficial del primer ministro británico, en Londres, podría haber sido firmado hace meses, ya que, lejos de intentar salvar las diferencias de enfoque que ambos Gobiernos mantienen en torno al proceso de paz, salta por encima de ellas y se sitúa en un plano lisa y llanamente posibilista. El nudo gordiano de la disputa entre Londres y Dublín, o mejor dicho, entre los partidos irlandeses republicanos y el Gobierno británico, no está resuelto. La condición impuesta por Londres de que el IRA debe iniciar la entrega de armas antes de que el Sinn Fein sea autorizado a ocupar un sitio en la mesa de negociaciones sigue en pie, pero de repente ha dejado de ser importante.Este acuerdo parece más bien un arreglo de última hora que permite ganar tiempo a todas las partes envueltas en este espinoso conflicto. John Major y su homólogo John Bruton, en un breve comunicado conjunto, dan luz verde a la famosa iniciativa doble para salvar el punto muerto de un proceso de paz en el que había aparecido ya la sombra del retorno a la violencia. De un lado se establece, tras meses de vacilaciones y dudas, una comisión internacional, presidida por el ex senador norteamericano George Mitchell, que actuará auxiliado por otras dos personalidades, dedicada a la tarea inicial de "establecer un método aceptable y deseable para el decomiso de las armas y determinar si hay un sincero compromiso por parte de quienes las poseen de iniciar un satisfactorio proceso de entrega".

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Paralelamente, los Gobiernos de Dublín y Londres se comprometen a iniciar conversaciones preparatorias a dos y tres bandas con cada uno de: los partidos políticos representativos del Ulster. La comisión presentará un informe preliminar de la situación a Londres y Dublín a mediados de enero próximo, y la mesa negociadora, en la que el Sinn Fein, partido que representa al IRA, tendrá por fin un sitio estará formada antes de finales de febrero.

John Major está convencido de que para esta fecha el IRA habrá entregado ya, siquiera como un gesto de buena voluntad, alguno de sus fusiles. de asalto. Bruton, por su parte, declaró ante los periodistas la noche del martes que tal eventualidad, "aunque muy deseable, no es un objetivo posible".

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