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La segunda cruzada del doctor Muyembe

Alfonso Armada

ENVIADO ESPECIAL, "No existen ni medicamentos ni vacunas contra la fiebre hemorrágica viral. El único tratamiento es la prevención". La prosa de Jean Jacques Muyembe no se anda con contemplaciones inútiles. Profesor de Microbiología de la Universidad de Kinshasa, Muyembe es presidente del Comité Internacional Técnico y Científico creado en Kikwit para combatir el nuevo brote del virus Ebola Zaire, el más letal de los conocidos: mata a nueve de cada diez infectados. Muyembe tiene 53 años y es un experto en el virus que se ha cebado contra su país en dos ocasiones.

A la sensibilidad, de Muyembe, cuya labor ha sido reconocida por los organismos internacionales, se debe que esta reaparición del Ebola no haya sido tan mortífera como en su estreno, cuando en 1976 diezmó una cincuentena de aldeas en el norte de Zaire y provocó casi 500 muertos. "Entonces llegamos demasiado, tarde, pero el virus acabó por extinguirse sin dejar huella". Misteriosas apariciones y desapariciones del Ebola que a algunos jóvenes inquietos de Kikwit les ha llevado a imaginar que acaso alguien esté jugando a la guerra bacteriológica con ellos.

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Mejor un tiro en la cabeza

Aunque la confirmación de que era Ebola llegó de los laboratorios del Centro de Control de Enfermedades de Atlanta (Estados Unidos), el 8 de mayo, cinco días antes, Muyembe y el técnico de laboratorio que se había desplazado con él a la "zona caliente" ya tenían la casi certeza de que lo que estaba matando de forma atroz en Kikwit era una nueva salida del virus.

Un punto de frustración

Los síntomas, coincidían con lo que Muyembe había podido ver con sus propios ojos hacía casi veinte años en la misión de Yambuku. "Es difícil decir que la epidemia está controlada. Seguimos sin saber dónde reside naturalmente el virus, si en un animal de sangre . caliente o en un insecto", admite, con un punto de frustración.

El profesor Muyembe espera que esta semana se produzca un repunte de la epidemia, "porque todavía quedan por aparecer los que manipularon cadáveres hace quince días. Tanto en Kikwit como en Musango [a 100 kilómetros] seguimos teniendo el virus activo". Pero el pánico se ha rebajado mucho gracias al equipo de sensibilización ciudadana. Ejemplo de ello es la sesión informativa que el propio Muyembe preside en las instalaciones del Instituto de Asociaciones Cristianas de Base de Kikwit (IFAK), acompañado de los enviados de la Organización Mundial de la Salud y laboratorio de Atlanta: Cincuenta responsables de hospitales y centros de salud, médicos y enfermeros, religiosos y seglares, hombres y mujeres, blancos y negros han recorrido hasta 350 kilómetros por, caminos infernales para seguir atentamente las explicaciones de los expertos sobre la pizarra y tener así más armas contra la enfermedad, ya que la única solución contra el Ebola es, como insisten Muyembe y sus colegas, la prevención.

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