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El 'caso Soria', hacia el punto final

La Corte Suprema de Chile estudia la condena y amnistía automática a los asesinos del funcionario español

Diecinueve años después del asesinato en Chile del español Carmelo Soria, la Corte Suprema de aquel país se dispone a emitir la sentencia definitiva, que, según teme el abogado de la familia, puede significar el carpetazo definitivo a un caso en el que están directamente inculpados destacados miembros de las Fuerzas Armadas, que todavía hoy cuentan con la protección del comandante en jefe del Ejército, general Augusto Pinochet. "Si me tocan a uno sólo de mis hombres, se acaba el Estado de Derecho ha amenazado en más de una ocasión el antiguo dictador, al que le quedan dos años al frente del mando castrense.Fuentes del Ministerio de Exteriores de España, que ha apoyado a la familia de Soria en su larga guerra jurídica, manifestaron a EL PAÍS que, sea. cual sea el fallo de la Corte Suprema, el Gobierno español mantendrá dicho apoyo en cualquier iniciativa que decida adoptar la parte querellante, incluido un eventual recurso ante el Tribunal, de La Haya.

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Protagonistas que se repiten

Carmelo Soria Espinosa, madrileño y nieto del urbanista Arturo Soria y Mata, murió asesinado en Santiago de Chile el 14 de julio de 1976, en plena oleada de terror desatada por la Junta Militar del general Augusto Pinochet. Como funcionario de las Naciones Unidas, Carmelo Soria había trabajado en la FAO y en la CEPAL -en el Centro Latinoamericano de Demografía (Celade)-. La versión oficial dijo en su día que el vehículo Volkswagen en el que viajaba se despeñó en el canal El Carmen, en el sector de La Pirámide de Santiago. El alcohol tuvo la culpa, según indicaban los análisis efectuados al cadáver, hallado dos días después. En 1979, el juicio fue sobreseído con el dictamen de "homicidio por terceros no habidos".

Todo había sido un gran montaje de la policía política de la dictadura, la DINA. El accidente, la embriaguez de Soria, la botella de pisco hallada en el interior del vehículo, e incluso una carta de un amigo que le informaba de la supuesta infidelidad de su esposa. Una farsa que tardó años en descubrirse.

En 1991, el Gobierno de Chile de la nueva etapa democrática nombró la Comisión Rettig de Verdad y Reconciliación, en la que van a declarar los familiares de los detenidos desaparecidos y ejecutados por la dictadura de Pinochet.

Murió desnucado

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Durante años de investigaciones, jueces, abogados Y familiares de la víctima fueron reuniendo pruebas hasta alcanzar una conclusión unánime: Carmelo Soria murió desnucado el 14 de julio de 1976 en la casa, Lo Curro, de Michael Townley, agente de la DINA, tras ser torturado por elementos de la brigada Mulchén de la policía política de la dictadura. Los componentes de dicha brigada,, altos mandos en activo del Ejército, fueron identificados con nombres y apellidos. Así lo determinó la juez Violeta Guzmán Farren.

La familia de Carmelo Soria ha pedido reiteradamente el procesamiento de los ex jefes de la. DINA, el general Manuel Contreras y el brigadier Pedro Espinoza, por un delito de obstrucción a la justicia, ya que cuando declararon en el caso Soria negaron la existencia de la brigada Mulchén.

El 16 de noviembre de 1993, la Corte Suprema entregó el caso a la justicia, militar, Dicha decisión provocó la reacción del Gobierno español, que pidió el nombramiento de un magistrado de la Corte Suprema y llamó a consultas a Madrid al embajador en Chile, Pedro Bermejo. El expediente acabó volviendo a la jurisdicción civil, y el 10 de diciembre de 1993, un día antes de la elección de Eduardo Frei como presidente de Chile, la alta corte designó al juez Marcos Libedinsky al frente del caso. El magistrado declaró poco después que "en el caso Soria no se hizo justicia", que no se investigó "absolutamente nada" sobre el mismo y que no se había precisado quiénes componían la brigada Mulchén, aunque sus miembros secuestraron, torturaron y asesinaron a Carmelo Soria en casa de Michael Townley. De repente, el juez Libedinsky convertía en fantasmas a los componentes de la siniestra brigada, se le evaporan unos individuos que habían sido perfectamente identificados por la justicia.

La 'casa de los horrores'

El 16 de agosto de'1993, Townley denunció en la televisión a. los miembros de la brigada Mulchén y dio los mismos nombres que barajaban los jueces.

En la misma casa del agente Townley donde fue asesinado" Carmelo Soria, la DINA construyó un laboratorio que se utilizó para la fabricación de productos altamente tóxicos usados en la guerra química, como el gas sarín, causante de la reciente matanza en el metro de Tokio. "Hacia finales de 1975 me dediqué de forma casi exclusiva al desarrollo del sarín, la finalización del laboratorio en mi casa y la planificación de productos similares, como el somán y el tabun; además de productos de extrema toxicidad, como el Clostridium botulinica, el saxitoxin y la tetradotoxina", confesó por escrito Michael Townley.

Las declaraciones de este asesino están documentadas por el fiscal norteamericano Erie B. Marcy, del distrito de Columbia, en las que se detalla la Operación Andrea, un siniestro plan de Pinochet de guerra química. Townley aseguró que en más de una ocasión trasladó gas sarín en frascos de perfume Chanel 5. En sus macabros tiempos, la Junta suministró este gas a animales, para probar sus efectos, y al menos a dos seres humanos.

El hombre clave del proyecto fue Eugenio Berríos, biólogo y agente de espionaje chileno, que desapareció de. Uruguay en noviembre de 1992, en un confuso episodio. Berríos puso en condiciones a la, industria bélica de Chile para reproducir el gas sarín en las fábricas del Complejo Químico e Industrial del Ejército (Coie). En torno a la desaparición de Berríos se tejieron fantásticas historias, dignas de la mejor novela de ficción, como la que apuntaba que el Mosad israelí lo había capturado en Montevideo para arrancarle el secreto del sarín y preparar un antídoto a sus efectos letales.

Asesinos en activo.

La Brigada Mulchén de la DINA, cuya autoría en el asesinato de Carmelo Soria ha quedado establecida judicialmente a partir de las declaraciones de diversos testigos, estaba compuesta por miembros del Ejército chileno, que siguen en activo en puestos de responsabilidad. José Ríos San Martín, ex sargento, confesó su participación en ésta, y la de los siguientes militares:- Guillermo Salinas Torres, el jefe de la brigada, es ahora coronel con mando en tropa en el sur de Chile.

- Pablo Belmar es coronel del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas y fue nombrado recientemente observador militar por el Gobierno de Chile, como país garante del Protocolo de Río en el conflicto bélico Perú-Ecuador. Su nombramiento provocó airadas protestas en Chile.

- Jaime Enrique Lepe Opellana, coronel del Ejército y secretario del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas. Este oficial fue calificado en "Lista 1" -la más alta en la hoja de servicio de un militar en Chile-, junto a otros dos oficiales implicados directamente en violaciones de los derechos humanos. En marzo del año pasado, el Gobierno español1e legó la entrada en nuestro país.

- René Patricio Quilhot Pallma, coronel y edecán de Augusto Pinochet. Actualmente, retirado.

- Juan Delmás, oficial. La Junta Militar dijo que se suicidó en 1978 tras aparecer com0 responsable del asesinato por la DINA de dos empleados de banco en Calama.

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