_
_
_
_
GENTE

LAS CARTAS DE LA EMPERATRIZ ARDIENTE

Sabemos que Catalina II de Rusia (1729-1796) fue una mujer inteligente, gran protectora de las artes y de los filósofos de la Ilustración, que impulsó la reforma de Rusia y despedazó Polonia. Pero la historia también nos ha mostrado que su temperamento ardiente no encontraba ninguna correspondencia en su marido, el zar Pedro III, un ser débil física e intelectualmente , al que despojó del poder y mandó asesinar en 1762. Como genialmente nos mostró Marlene Dietrich en la película La emperatriz roja, de Josef von Sternberg, Catalina tenía una gran afición por los oficiales de su guardia. Los hacía seleccionar por su ayudante de campo, el mariscal Grigori Potemkin, y antes de acceder al lecho imperial pasaban un periodo de prueba en los brazos de la dama de compañía d e la Gran Catalina, la condesa Burce. Uno de sus oficiales, Iván Rimski Korsakov, abuelo del célebre compositor, tuvo la mala suerte de ser sorprendido en compañía de la condesa de Burce mucho después de haber terminado su noviciado. Catalina expulsó de la corte de San Petersburgo al infiel, que en sus maletas se llevó un fajo de cartas de la emperatriz. Estas cartas acaban de ser descubiertas por Christiane Duprée, un anticuario instalado en Inglaterra, en casa de un suizo que se las compró a un descendiente pobre de Rimski Korsakov y contienen párrafos como los siguientes: "Estoy sumida en la impaciencia, ¡oh, mi criatura divina! ¡Si no llegas pronto, ta haré buscar por toda la ciudad!". Parece que el oficial respondió sin tardar al imperial deseo, ya que se puede leer en otra Carta: "Todos los escultores deberían esculpir tu estatua, todos los pintores pintar tu retrato, todos los poetas cantar tus alabanzas. Todos mis pensamientos se vuelven hacia las horas maravillosas que pasamos juntos". Las cartas serán subastadas el próximo mes de junio por la prestigiosa firma Antiquarian Book Fair de Londres con un precio de salida de 38.000 libras esterlinas (algo más de siete millones y medio de pesetas) y, según la revista Der Spiegel, la ciudad natal de Catalina, Zerbst, en Alemania, está interesada en su adquisición.- Copyright Le Monde / EL PAN

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_