Al menos ocho muertos en Estambul en choques entre la policía y miembros de la comunidad alevi
Al menos ocho personas resultaron muertas ayer en Estambul como consecuencia de los enfrentamientos de miles de alevis con las fuerzas de seguridad. Con ello se eleva a 11 el número de víctimas mortales (a las que hay que añadir 60 heridos) en los graves sucesos que, desde el domingo, ensangrientan un barrio de la principal ciudad turca y despiertan el fantasma de la violencia integrista islámica en un país con un 98% de sus 60 millones de habitantes musulmanes, la gran mayoría de ellos suníes. Un dirigente de esta comunidad religiosa elevó a 15 el número de muertos.
La espoleta de los disturbios estalló el domingo por la noche, cuando varios pistoleros que circulaban en un taxi, al parecer robado, tirotearon cuatro cafés frecuentados por alevis en el barrio de Gaziosmanpasa, en la orilla europea del Bósforo, y mataron a tres de ellos y causaron heridas al menos a otros 15. Esa misma noche, encolerizados miembros de esta confesión heterodoxa que los radicales suníes se niegan incluso a considerar musulmana, se echaron a la calle, levantaron barricadas y destruyeron comercios y vehículos.Los incidentes prosiguieron el lunes con mayor virulencia, tras un respiro de tan sólo unas horas. Miles de alevis, protegidos tras automóviles, lanzaron piedras y cócteles mólotov a las fuerzas de seguridad. Con las víctimas de estos nuevos incidentes, el saldo del estallido de violencia ascendió, según la semioficial agencia Anatolia, a no menos de 11 muertos y 60 heridos.
Algunas fuentes señalan que entre los manifestantes había numerosos kurdos. En el este de Turquía, se libra desde 1984 un enfrentamiento, que ya se ha cobrado más de 13.000 vidas, entre unos 10.000 guerrilleros independentistas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y 250.000 efectivos de las Fuerzas de Seguridad.
Toque de queda
Las autoridades decretaron el toque de queda en la barriada de Gaziosmanpasa, poblada mayoritariamente por alevis. La primera ministra, Tansu Çiller, reunió urgentemente a su Gobierno y aseguró: "No permitiremos nunca que nadie logre objetivos siniestros en Turquía. Los alevis, los suníes, los turcos y los kurdos hemos vivido juntos en esta tierra durante siglos". Además, lanzó un llamamiento al "buen sentido" de la población y a "no caer en la trampa de las provocaciones".
Se ha creado un gabinete de crisis en la prefectura de Estambul en coordinación con el Ejército y la policía, mientras que diversos intelectuales intentan apaciguar la cólera de la comunidad alevi.
Un corresponsal de Reuter vio cómo algunos manifestantes preparaban los cócteles mólotov en la calle mientras otros cantaban a coro consignas como: "¡Abajo el fascismo!" y "¡No queremos la sharia [ley islámica]". El ministro del Interior, Nahit Menteses, informó de que 96 tiendas, ocho automóviles privados y tres de la policía resultaron destruidos durante los enfrentamientos.
Cinco asociaciones alevis emitieron un comunicado en el que piden a esta comunidad que no responda a las provocaciones, al tiempo que acusan al Gobierno de ser incapaz de evitar la violencia. "Estos ataques a los alevis y a intelectuales progresistas", se dice en el texto, "tienen sin duda como objetivo al régimen laico y democrático de Turquía". Según Arif Recber, miembro del comité ejecutivo de la Asociación Cultural Hacibektas (alevi), el barrio de Gaziosmanpasa fue acordonado por la policía, reforzada por efectivos del Ejército que tomaron posiciones con la bayoneta calada.
Estos disturbios constituyen los más graves incidentes relacionados con los alevis desde que, en julio de 1993, 37 personas, en su mayoría intelectuales de esta comunidad de visita en Sivas, en el sur de Anatolia, resultaron quemados vivos cuando integristas suníes prendieron fuego a su hotel. El motivo fue protestar contra las afirmaciones "blasfemas" del escritor Aziz Nesin, traductor de Los versos satánicos, de Salman Rushdie, con ocasión de un festival en memoria de Pir Sultan Abdal, el más famoso de los poetas alevis, que vivió en el siglo XVI.
Estambul, al igual que la capital del país, Ankara, tiene un alcalde del islamista Partido de la Prosperidad (PP) desde las elecciones municipales del 27 de marzo de 1994, en las que este grupo obtuvo, en el ámbito nacional, cerca de un 20% de los votos.
