Respuesta sobre el conflicto de Chiapas
En respuesta a la carta titulada 'Una salida política para el conflicto de Chiapas', aparecida en la sección de Cartas al director el día 21 de febrero de 1995, utilizamos este medio para expresar una perspectiva al menos más informada. Sorprendidos por la evidente falta de objetividad de la autodenominada Comunidad de Intelectuales, Artistas y Escritores del Estado Español, quienes -con dudosa buena voluntad, pero poco preocupados por contar con información respecto a asuntos sobre los que opinan- se permitieron formular aseveraciones irrespetuosas sobre la política interna de un Estado soberano, motivo por el cual precisamos:
1. El Gobierno de México tiene obligación de mantener un Estado de derecho en la totalidad de su territorio. Ante una situación de violencia latente, causada por un grupo fuera de la legalidad, la presencia del Ejército mexicano evita la existencia de zonas de excepción. Por lo cual, ninguna disposición al diálogo que haya manifestado el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), por "evidente" que sea, invalida las causas, "sospechas" que tuvieron los respon-, sables en materia de seguridad pública al proceder a tomar medidas y ejecutarlas.
2. Es obvio que ante un conflicto, cualquiera que sea éste, una "solución política" es deseable, más si es negociada. No existe evidencia de negativa por parte del Gobierno mexicano al diálogo, no así por parte del EZLN.
3. Asimismo, el flujo de, información generado por enviados especiales de este diario es una clara muestra de la posibilidad de acceso a la zona de conflicto por parte de los medios. La grave problemática de marginación de los grupos étnicos autóctonos de Chiapas es un conflicto multidimensional, centenario, herencia del periodo colonial, que justifica y legitimiza su movimiento social.
Lo que no es justificable es la manifestación irresponsable de opiniones basadas en una visíón fragmentada y subjetiva-
