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Arquitectura de familia

Julio Cano y cuatro de sus hijos han ganado juntos 25 premios en los últimos años

Vicente González Olaya

La familia que dibuja unida permanece unida. Prueba de ello es que Julio Cano Lasso, de 74 años, y cuatro de sus hijos (Diego, Gonzalo, Alfonso y Lucía) ganan juntos la mayoría de los concursos de arquitectura a los que se presentan. En los últimos años han obtenido el primer premio en 25 certámenes y han quedado en segunda posición en otros 30. "Creo que es todo un récord", manifiesta orgulloso el patriarca, Julio Cano Lasso.En el estudio profesional de Cano, situado en el barrio de La Florida, trabajan sus cuatro hijos arquitectos. "Para los jóvenes, ahora es difícil independizarse. La arquitectura no atraviesa un buen momento porque apenas se inician obras. Gracias a los concursos vamos sobreviviendo", relata.

Cano recuerda perfectamente cómo sus hijos comenzaron a interesarse por el mundo de la arquitectura. "A mis ocho hijos (cuatro de los vástagos de Cano han emprendido caminos profesionales diferentes) les inculqué la afición por la pintura y el arte. Todos demostraron enseguida ser grandes dibujantes. Cuatro de ellos decidieron aplicar sus dibujos a los planos", rememora.

El arquitecto es, sin duda, el jefe del equipo familiar: "Sigo siendo la cabeza, aunque dejo trabajar a mis hijos con total libertad. Tenemos nuestras diferencias profesionales como cualquier equipo de arquitectos. Ellos son más partidarios del ímpetu y la renovación, yo soy más realista".

Diego Cano Pintos, de 40 anos, y el mayor de los hijos de Julio Cano Lasso, reconoce la diferencia de opiniones que existe dentro de este peculiar equipo profesional: "Cada uno tenemos nuestras preferencias. En alguna ocasión hemos planteado soluciones arquitectónicas diferentes a las de mi padre. Siempre las discutimos, y elegimos las más apropiadas. De todas formas, todos compartimos un mismo espíritu arquitectónico".

Estas divisiones también tienen su parte positiva. "En alguna ocasión hemos presentado dos proyectos distintos y hemos ganado el primero y segundo premios", recuerda Lucía Cano, de 29 años y la menor del equipo familiar de arquitectos.

La esposa de Julio Cano, Pilar Pintos, tampoco quiere quedar ajena al trabajo de su marido e hijos. "Siempre vigila nuestros proyectos. Suele pasarse por el estudio muchas veces para dar su opinión sobre nuestras ideas. Cuando algo no le gusta, lo dice claramente", afirma Lucía. El pasado viernes, el alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, les concedió un nuevo premio por su proyecto de 100 viviendas de protección oficial en el barrio de Vallecas. Al concurso se habían presentado 500 profesionales.

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"Hemos ganado con un proyecto en el que predomina la estética. Soy totalmente contrario a las viviendas tristes. En la construcción de estos pisos se utilizarán, además, los mejores materiales. Nuestra intención es que estas viviendas, aunque sean de protección oficial, no se diferencien en nada de las de precio libre", apunta Julio Cano.

Álvarez del Manzano, nada más entrar en la sede del Colegio de Arquitectos, lugar donde se entregó el premio, se topó de frente con la familia Cano. El regidor, al verles, bromeó: "Pero, bueno, ¿os han dado otro premio más?" Los Cano se miraron entre sí y sonrieron abiertamente.

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Sobre la firma

Vicente González Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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