_
_
_
_
_
GUERRA EN LOS BALCANES

El frágil idilio croata-musulmán

Llegan en sus Mercedes de color blanco, relucientes, repletos de guardaespaldas. La cita es en el hotel Ero, en Mostar oeste. Enfundados en sus uniformes de combate, pistola al cinto y acompañados de sus asesores, los dos generales se dan la mano y se miran a los ojos. Una mueca deja escapar una sonrisa. Han sido enemigos a muerte hasta fecha reciente. Hoy el curso de la guerra en Bosnia los ha colocado para a cara en la mesa de negociaciones, en presencia de militares españoles y de la Administración de la Unión Europea de Mostar. El general Nedjeljko Obradovic, jefe del Consejo de Defensa Croata (HVO) de la zona de Mostar, y el general Ramiz Drekovic, jefe del cuarto cuerpo de la Armija bosnia, dos de los militares de mayor prestigio en sus respectivas filas, se observan todavía con recelo a pesar de que sus hombres empiezan a colaborar sobre el terreno.No hay que lanzar las campanas al vuelo por lo que se ha presentado como las primeras operaciones militares victoriosas de croatas y musulmanes frente a los serbios desde el comienzo de la guerra en Bosnia. El general Obradovic corta toda tentación de caer en el optimismo con estas palabras: "Es una ilusión creer que podemos ver a los musulmanes como nuestros amigos. Ahora formamos un matrimonio de conveniencia. Puede funcionar en algún momento y en determinadas zonas, pero no de manera definitiva. No habrá paz en un futuro próximo. La guerra durará muchos años".

El general Drekovic, que fue jefe del V Cuerpo de la Armija en Bihac durante 26 meses hasta hace un año, señala que su sucesor en aquel enclave noroccidental, el general Dudakovic, ha cometido algunos "pequeños errores" en la ofensiva lanzada contra las fuerzas serbias. El más importante, según Drekovic, fue ir "demasiado lejos" en la reconquista de territorios sin tener en cuenta que las tropas del V Cuerpo carecen de una artillería fuerte que habría permitido una buena defensa de los avances logrados. La reacción serbia, con armamento de grueso calibre, incluidos misiles tierra-aire reconvertidos, no se hizo esperar y ha conseguido invertir en pocos días el panorama militar en la zona de Bihac.

Sobre la supuesta cooperación militar de la Armija y el HVO en Kupres, en otros puntos de Bosnia central o en Bihac, el general Obradovic puntualiza: "Kupres fue liberada por el HVO". Y añade: "Al sur de la ciudad estaban nuestras fuerzas, y al norte las de la Armija. Actuaron de manera totalmente independiente, aunque con el mismo objetivo. En Kupres destruimos cuatro tanques chetnik e hicimos 21 prisioneros. Los serbios tuvieron muchas bajas".

Obradovic admite que hubo cierta cooperación entre los dos ejércitos en la ofensiva de Bosnia central -"los comandantes hablaron y trabajaron conjuntamente de alguna manera"- El general musulmán Drekovic recuerda que Kupres no está en la región bajo su mando, pero apunta que estuvieron combatiendo juntos: "Es muy importante que los dos bandos [croatas y musulmanes] hayamos comprendido que nos necesitamos".

Las líneas del frente se están moviendo. La Armija ha lanzado ataques simultáneos en diversos puntos de Bosnia-Herzegovina. "Los comandantes de los dos ejércitos hablan diariamente para coordinar actividades", se destapa Obradovic. "Asistimos a importantes cambios en el campo de batalla. Lo más importante es que el HVO y la Armija no han protagonizado incidentes [desde la firma de la tregua del 25 de febrero pasado] estamos en condiciones de combatir juntos. Los serbios lo saben perfectamente y tienen miedo

Obradovic, el croata, reconoce que "las condiciones han cambiado desde que comenzó la guerra. Al principio la Armija no tenía nada -'ésta no es nuestra guerra', decía Izetbegovic (presidente de Bosnia)- simplemente se iban retirando ante el avance de los serbios. Han recibido buen equipamiento y ahora se sienten más fuertes y capaces de reconquistar territorios. Incluso tratan de fabricar armas". Las palabras de este militar hacia los musulmanes denotan algo más que recelo o desconfianza, a pesar de que en el pasado fueron aliados "hasta que nos dispararon por la espalda", dice.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

No se anda por las ramas al referirse a un eventual levantamiento del embargo de armas a Bosnia por parte de Estados Unidos. "Provocaría una nueva guerra entre el HVO y la Armija. De entrada, antes de que llegaran las primeras armas, los serbios nos atacarían a todos". Obradovic sólo entiende un levantamiento del embargo militar si sirve para que las armas que lleguen se repartan entre croatas y musulmanes, aunque, subraya, bajo un estricto control de los primeros. "Queremos tener el control de la llegada de las armas tanto para el HVO como para la Armija", porque, según este general, los musulmanes pueden recibir armas desde el aire o a través de Unprofor, "corno por ejemplo en Bihac, gracias a la colaboración del batallón bangladesí".

El musulmán Drekovic es mucho más escueto al respecto: "El fin del embargo es una cuestión de los políticos. Ellos sabrán. Sé que el HVO no quiere el levantamiento, pero si somos capaces de trabajar juntos en favor de la federación [croata-musulmana] el embargo no tiene importancia".

La lectura que hacen del conflicto los jefes políticos y militares musulmanes y croatas mantiene diferencias abismales. Obradovic pretende explicar que la guerra empezó "porque los musulmanes quieren una salida al mar a través de los territorios bajo control croata. Lo que implica que todavía hay varias áreas críticas desde el punto de vista rnilitar". Los musulmanes leales al Gobierno de Sarajevo, que todavía defiende la entidad originaria de Bosnia Herzegovina, como Drekovic, recuerdan algo tan sencillo como que la República ya tenía una salida al mar antes de la guerra por Neum. Hasta que los croatas decidieron que Neum pasaba a formar parte de su autoproclamada república de Herceg-Bosna.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_