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Adiós ribereño a los de Pavía

El cuerpo de Caballería protagoniza una colorista parada militar antes de su traslado de Aranjuez a Zaragoza

Miles de vecinos de Aranjuez asistieron ayer al acto de despedida del Regimiento de Caballería Acorazada Pavía número 4, que después de 54 años de permanencia en esta ciudad ha sido trasladado a Zaragoza. Los niños fueron, junto a los distintos regimientos de caballería presentes, los grandes protagonistas de una solemne y colorista jornada. La presidió el capitán general de la región militar de Madrid, Vicente García Cervera.La despedida del regimiento supone la interrupción de una larga tradición que se remonta a la Edad Media y que une estrechamente al Real Sitio con este arma del Ejército.

La entrega de los vecinos de Aranjuez y el espléndido sol convirtieron el día en festivo. El acto comenzó a las once y media en la Plaza de Armas del Palacio Real. Consistió en una parada militar que contó con la presencia de numerosas autoridades, tanto militares como civiles.

La corporación municipal en pleno acudió a rendir su último adiós a un regimiento, nacido hace 310 años, estrechamente vinculado a la ciudad. Se asentó en Aranjuez en 1939, después de la reorganización del Ejército que siguió a la guerra civil. Precisamente, otra reorganización ha obligado al regimiento a marcharse a la base de San Gregorio, en Zaragoza, para unirse a la Brigada Castillejos 2, a la que pertenece.

El traslado de la unidad fue calificado por el propio coronel jefe del regimiento, Sáez Jiménez, como una "dura prueba", en la alocución de despedida que siguió al desfile de los regimientos de Pavía, Villaviciosa y el escuadrón de escolta de la Guardia Real, que acompañaron al estandarte de Pavía en su última salida por las calles de Aranjuez. El estandarte fue un regalo de esta ciudad al Ejército y será "un recuerdo vivo de la estrecha unión entre ambos".

Una alocución del alcalde en funciones, Antonio Sánchez Martín, con palabras muy emotivas, cerró el acto, que tuvo como broche de oro la jura al estandarte de medio centenar de vecinos, quienes de esta forma quisieron despedirse personalmente del regimiento en el que cumplieron su servicio militar -unos 30.000 soldados en los últimos 54 años-, y de un magnífico desfile a caballo de los regimientos, con sus llamativos atuendos de lanceros y húsares. Esta parte hizo las delicias de los niños, que ayer abandonaron- sus clases para darles su último adiós y de los numerosos turistas que visitaban la zona.

Con un "hasta siempre", y con las notas del Concierto de Aranjuez sonando, se puso fin a una relación entre el arma de' caballería y esta ciudad, que, debido a las frecuentes estancias de los monarcas, tanto de la Casa de los Austrias como de los Borbones en este Real Sitio, ha sido continua hasta ahora y desde el medievo.

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Nuevo uso del edificio

El Ayuntamiento ribereño ha solicitado ya al Ministerio de Defensa la transferencia de las instalaciones del cuartel de La Florida, edificio histórico construido en 1750 por orden del rey Fernando VI para alojar a su Guardia de Corps, con el fin de darles una utilidad que llene el vacío social y económico que la partida del regimiento dejará. El proyecto que existe es el de utilizar el edificio como recinto universitario dependiente de la Complutense, posiblemente como escuela de español para extranjeros. Las negociaciones llevan ya varios meses y se espera una pronta resolución, mientras termina de desalojarlo el Ejército, que debe haberlo abandonado en su totalidad el próximo mes.

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