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Los rebeldes tutsis del FPR entran en Kigali

Los rebeldes tutsis del Frente Patriótico de Ruanda (FPR) entraron ayer en Kigali, la capital del país centroafricano, entonandomarchas militares. El Gobierno interino de Ruanda, cuya legitimidad fue rechazada por los tutsis desde que el sábado asumió el poder, se unió a la desbandada de occidentalesque residen en el país centroafricano y huyó de la ciudad. La Embajada de Francia cerró ayer sus dependencias, mientras que Bélgica trasladó su legación al aeropuerto.

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La huida de las autoridades de la etnia hutu contribuyó decisivamente al caos que reina en Kigall desde el miércoles, cuando los presidentes de Ruanda y Burundi murieron en un atentado al tomar tierra en la capital.Todos los miembros del Gabinete interino y su escolta militar se agolparon en varios coches y abandonaron el hotel de Kigali en el que habían establecido su cuartel general, mientras la radio nacional llamaba a la población civil a unirse a las tropas gubernamentales de la etnia hutu para resistir el avance de los tutsis del FPR hacia la ciudad.

El Gobierno interino, encabezado por el antiguo jefe del Parlamento, juró su cargo el el sábado para ocupar el vacío de poder dejado tras la muerte del presidente Juvenal Habyarimana.

Los rebeldes del FPR rechazaron de inmediato la legitimidad del nuevo Gabinete y se levantaron en armas al norte del país.

Ayer, las tropas del FPR entraron en la capital y lograron establecer contacto con el batallón tutsi de 600 hombres que permanecía en el centro de Kigali como un residuo de los acuerdos, de paz firmados en agosto pasado y que pusieron fin. a tres años de guerra civil.

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Poco después del amanecer, las empinadas colinas que rodean la capital eran sacudidas por fuertes descargas de mortero y de artillería pesada.

Helicópteros de las fuerzas gubernamentales sobrevolab:4n la ciudad a baja altura disparando sobre las posiciones rebeldes.

Wilson Rutayisire, portavoz del FPR, explicó que la radio rebelde ha pedido a los ciudadanos que permanezcan en sus casas y alejados de las zonas de combate. Rutayisire aseguró que la columna rebelde la componen 2.400 hombres. "Nos gustaría avanzar una vez que las tropas francesas abandonen la capital, esperamos que terminen su misión [de evacuación] hoy mismo", añadió el portavoz.

Tropas extranjeras

Cluade Dusaidi, representante del FPR en las Naciones Unidas, fue un poco más lejos y exigió a las tropas extranjeras que participan en la evacuación de ciudadanos occidentales que abandonen el país antes de 24 horas. De lo contrario serán consideradas objetivo militar, advirtó Dusaidi.

Los pocos representantes de la Cruz Roja Internacional que siguen en el centro de Kigali han protegido su sede con sacos terreros y han cubierto las ventanas en previsión de que los combates alcancen el centro de la ciudad.

Los últimos occidentales que intentan abandonar Ruanda se agolpaban ayer en el aeropuerto. Muchos de ellos no podían reprimir el llanto, al dejar atrás parientes y amigos. "¿Cómo se sentiría usted si estuviera abandonando a su esposa sin saber siquiera dónde se encuentra?", decía entre sollozos un ciudadano italiano que acunaba a su pequeña hija mestiza.

El colegio francés, que se convirtió en la improvisada sede de acogida de refugiados occidentales, quedó desierto ayer. El último convoy transportaba a 100 paracaidistas franceses y alrededor de 80 ciudadanos de diversas nacionalidades, entre ellos 20 monjas ruandesas.

Todos los diplomáticos franceses huyeron en el mismo convoy, escoltado por los cascos azules de la ONU que se desplegaron en el país al término de la guerra civil. La Embajada francesa quedó cerrada.

Los belgas, que han evacuado a dos terceras partes de su colonia, de unos 1.500 residentes, optaron por trasladar su legación al aeropuerto de la ciudad, donde tienen previsto permanecer hasta el próximo fin de semana. Pero el embajador de la antigua metrópoli salió ayer de Ruanda alegando que las tropas gubernamentales le han "marcado".

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