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El Gobierno argelino acusa a países europeos de apoyar al "terrorismo integrista"

"No podemos aceptar que exilados argelinos en Europa hagan declaraciones incendiarias contra Argelia o que transisten armas a través de estos países para alimentar el terrorismo en Argelia". El jefe del Gobierno, Reda Malek, critica con estas palabras la actitud de algunos países comunitarios que en los últimos meses se han convertido, en su opinión, en una retaguardia del movimiento fundamentalista.

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Reda Malek efectuó esta declaración en su primera reunión con la prensa internacional, que coincide con los 100 días de su llegada al Ejecutivo y con una oleada de declaraciones de dirigentes integristas que, desde Francia y Alemania, amenazan al Gobierno argelino.El jefe del gobierno de Argelia -un diplomático de prestigio internacional considerado como un "profesional del diálogo" tal y como puso de manifiesto en su mediación en el conflicto entre Irán y los Estados Unidos para la liberación en 1980 de los 52 rehenes norteamericanos- recordó a la Unión Europea el respeto de las normas internacionales, que establece sobre los asilados la "obligación de reserva" y les impide todo tipo de actividades y manifestaciones políticas desde su tierra de acogida.

Reda Malek también pidió a la prensa extranjera acreditada en Argel que escriba con objetividad. Se lamentó, en líneas generales y sin especificar, de la propensión de la prensa a practicar "el catastrofismo" y de "amplificar todo lo que es negativo". Recalcó que algunos medios informativos se sumergen y obsesionan en "una contabilidad macabra", sin darse cuenta que hay una realidad y un proceso de diálogo político en marcha, que queda distorsionada con la información alarmista.

A modo de conclusión, el primer ministro argelino pidió la ayuda y cooperación internacional para combatir el integrismo radical. Para él, "el integrismo obedece a una estrategia exterior" y por consiguiente existe una responsabilidad internacional, como lo demuestra, en su opinión, la guerra de Afganistán, donde se formaron la mayoría de los activistas que actuan en el Magreb. Todo ello sin dejar de reconocer que existen en Argelia unas causas internas que favorecen el fenómeno, tales como la crisis económica o el paro.

La solidaridad debe alcanzar también al campo económico, según se desprende de las reflexiones de Reda Malek. "No puedo continuar dejando sangrar a Argelia de esta manera", aseguró en otro momento de la conversación, sin abandonar nunca su tono directo. El primer ministro se refería con ello a los sacrificios que debe realizar Argelia para hacer frente al pago puntual de su deuda exterior, que alcanza los 26.000 millones de dólares y que consume el 80% de sus ingresos por la venta de productos energéticos. El jefe del Ejecutivo recordó que la crisis económica se había agravado en los últimos meses con la caída del precio del petróleo y que todo ello ha obligado a abrir negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para reescalonar o renegociar la deuda.

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Imprescindibles divisas

El acuerdo con el FMI y el pago diferido de la deuda permitirá a Argelia disfrutar de una importante cantidad de divisas para reactivar la economía, según Reda Malek, quien espera así desactivar el "caldo de cultivo" que favorece el crecimiento del intregrismo.El diálogo entre Malek y la prensa internacional se produce en un momento especialmente delicado en la historia del país, mientras trata de salir de la crisis con una solución consensuada entre todas las fuerzas políticas, incluida la "sensibilidad islamista", que celebrarán una Conferencia Nacional los próximos 25 y 26 de enero. En esta reunión, se designarán los órganos y los hombres que gobernarán el país durante su transición a la democracia, poniendo de esta manera fin al mandato provisional del Alto Comité de Estado -la presidencia colegiada de la República, formada por cinco miembros- que ha venido dirigiendo Argelia durante los dos últimos años tras la dimisión-cese del expresidente Chadli Benyedid.

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