Misterio sobre los invitados que acudirán hoy a inaugurar la mezquita de Hassan II
Pocas horas antes de que el rey de Marruecos Hassan II inaugure a las 20.30 de hoy (22.30, hora española) la gran mezquita de Casablanca bautizada con su nombre, nadie sabe a ciencia cierta en la ciudad qué jefes de Estado asistirán por fin a un acto que merece toda la atención de la prensa y la televisión marroquíes. En la avenida de las Fuerzas Armadas Reales, donde se encuentran los hoteles de lujo y las oficinas de las principales compañías aéreas internacionales, sólo se ven policías.
Sin embargo, hasta el momento las únicas personalidades que se han dejado caer por Casablanca son varias delegaciones de Gambia, Bahrein y Arabia Saudí, el viceministro iraní de Cultura, algún ministro sudanés y también algún general guineano.La prensa conservadora marroquí, escasamente agobiada por la actualidad, repite cada día los mismos elogios a la magna obra del rey Hassan II cuyo retrato, orando humildemente en la gran nave de la nueva mezquita, adorna los principales edificios de Casablanca.
Varios canales de televisión británicos y periodistas de media Europa han llegado a la ciudad para cubrir la ceremonia. Aún así, los más numerosos son los representantes de los medios de comunicación de los países árabes.
El monarca aluita, de 64 años, es, de momento, la única verdadera personalidad que ya ha llegado a la ciudad. El viernes pasado dio un último vistazo a su mezquita, que hace la número 251 de las de Casablanca, según fuentes oficiales. Las extraoficiales hablan de más de 500 mezquitas en una ciudad donde menudean también los poblados semichabolistas, muchos de los cuales están semiocultos tras muros cuidadosamente pintados de blanco.
Al mismo tiempo, en la zona playera conocida como La Corniche -un paseo flanqueado por hoteles y restaurantes a la europea- un puñado de afortunados turistas autóctonos disfrutan de los últimos días de vacaciones.
Desde La Corniche se puede contemplar a placer la nueva mezquita, a los pies del Atlántico, en cuyos últimos toques trabajan todavía varias decenas de obreros, especialmente en la base del minarete de mármol tallado cuyo ascensor panorámico todavía tardará algún tiempo en entrar en funcionamiento.
Amnistía para los presos
Coincidiendo con la inauguración de la mezquita y con el aniversario del nacimiento del profeta Mahoma, que se celebra el mañana, el rey Hassan II ha conmutado total o parcialmente las penas de cárcel a casi un millar de marroquíes. La prensa local no especifica si se trata de presos comunes o políticos. De estos últimos se calcula que hay medio millar.También el Banco Nacional Al Maghrib ha colaborado, a su manera, a dar más brillo a la ceremonia lanzando una nueva moneda conmemorativa de la ocasión, con un valor de 200 dirhams (unas 2.400 pesetas), con la efigie del rey Hassan por un lado y la de la mezquita por otro. La nueva moneda saldrá a la calle el próximo día 2 de septiembre. A partir de mañana, martes, Hassan II espera que el nombre de la ciudad de Casablanca se asocie definitivamente a su gran mezquita y no a los rostros de Humphrey Bogart e Ingrid Bergman.
