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40 muertos en Turquía en un motín integrista relacionado con los 'Versículos satánicos'

Cuarenta personas murieron y 60 resultaron heridas ayer en la ciudad de Sivas, al este de Turquía, en el transcurso de una violenta manifestación integrista contra el autor satírico turco Aziz Nesin, de 78 años. El toque de queda ha sido impuesto en esta ciudad de unos 800.000 habitantes a partir de las 23,00 horas y por tiempo indeterminado, después de que los manifestantes incendiaron un hotel.Nesín es editorialista del periódico de izquierda Aydinlik, que publicó en mayo pasado amplios extractos del polémico libro Versículos Satánicos, prohibido en Turquía, del escritor naturalizado británico Salman Rushdie.

El pasado jueves, Nesin había declarado que "no reconoce a Mahoma como profeta" y que duda "de la originalidad" del Corán.

Los incidentes empezaron después del rezo del viernes, instigados por la prensa islamista local que había llamado a los "creyentes" a manifestarse contra el periodista. Grupos de fundamentalistas musulmanes empezaron a lanzar piedras contra el centro cultural municipal y a atacar varios cafés frecuentados por militantes de izquierda, así como una librería.

La violencia aumentó de grado cuando los manifestantes atacaron después el hotel de la ciudad donde residía Nesin y prendieron fuego al establecimiento. Veintisiete personas murieron asfixiadas en el incendio y 13 más fallecieron posteriormente de sus heridas en el hospital de la ciudad.

Los bomberos tardaron en intervenir, ya que la muchedumbre bloqueaba los accesos al hotel. La policía realizó disparos al aire para dispersar a los manifestantes. Proseguían anoche las operaciones de rescate para salvar a varios clientes del hotel bloqueados en los pisos superiores.

El ministro turco del Interior, Mehmet Gazioglu, viajó ayer de Ankara a Sivas para seguir de cerca los acontecimientos.

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En Londres, donde vive oculto, Salman Rushdie condenó los disturbios de la ciudad de Sivas y aseguró que contribuirán a hacer todavía más difícil su existencia clandestina. Pero el escritor de origen indio también marcó distancias respecto del periodista turco al afirmar: "He sido usado por gente que no tiene interés en mí como ser humano o como escritor, sino que busca así llevar su propia pelea echándome después la culpa".

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