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Ciertos tóxicos industriales causan insuficiencia renal tardía, según un estudio de la CE

Milagros Pérez Oliva

Algunas sustancias utilizadas en industrias de distintos sectores, algunas de las cuales están también presentes en la polución atmosférica, pueden provocar a largo plazo una insuficiencia renal. La nefropatía puede aparecer diez, veinte años más tarde. Pero la relación causa-efecto está demostrada. Un estudio de cinco centros de investigación europeos demuestra que trabajadores expuestos durante años a dosis que la legislación considera tolerables de mercurio, cadmio, plomo o pereloroetileno sufren alteraciones precursoras de una insuficiencia renal que puede derivar en terminal.

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El estudio forma parte del Programa de Ciencia y Tecnología para la Protección Ambiental de la Comunidad Europea, y su segunda fase pretende establecer una serie de indicadores para él diagnóstico precoz en los trabajadores que resulten afectados por estas toxinas, según Emili Gelpí, del Centro Superior de Investigaciones Científicas de Barcelona, coordinador del estudio en España.Los efectos tóxicos de los productos industriales dependen de la intensidad y el tiempo de exposición, pero también de la susceptibilidad individual, de ahí la importancia de poder contar con parámetros que permitan evaluar el daño que sufre cada trabajador expuesto a ellos. El estudio ha demostrado que estas toxinas producen alteraciones renales susceptibles de provocar una lesión insidiosa del riñón que se manifestaría años más tarde.

"El objetivo era averiguar si algunos productos de los que sabemos que provocan lesiones nefrológicas en exposiciones agudas podían tener también efectos nocivos a largo plazo, a pesar de que la exposición estuviera dentro de los niveles considerados no peligrosos. Y para ello elegimos tres metales pesados que se utilizan en diversas industrias del metal -plomo, cadmio y mercurio-, y un di solvente volátil -percloroetileno-, que se utiliza en las tinto rerías y los servicios de limpieza en seco", explica Gelpí.

Se analizaron las orinas de 600 trabajadores de una fábrica de automóviles de Alemania, una planta química de Bélgica y una industria de tintorería de Italia. El equipo español, integrado por Emili Gelpí, Joan Roselló, Georgina Hotter e Isabel Ramis, de la unidad de patología molecular del CESIC, ha analizado 4.240 muestras y ha encontrado uno de los parámetros más claros de nefropatía. "Hemos observado una al-teración importante de las prostaglandinas, que son unas sustancias implicadas en procesos inflamatorios. Comprobada ya la toxicidad renal a largo plazo, se quiere estudiar la población . general, pues algunas de ellas se encuentran en la polución atmosférica. Más adelante se prevé el seguimiento de cientos de niños de las ciudades de Gdansk (Polonia) y Berlín.

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