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Major decide acelerar la agotadora ratificación británica de Maastricht

El Reino Unido se ha convertido, tras el cambio de opinión de los, daneses, en el último y decisivo frente de la batalla de Maastricht. La facción euroescéptica del Partido Conservador anunció anoche que no cedería en su resistencia numantina. Pero el Gobierno respiraba optimismo. El primer ministro, John Major, anunció su propósito de acelerar el proceso y acabar cuanto antes con la agotadora ratificación, una vez despejada la incógnita de Dinamarca.

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El ministro de Asuntos Exteriores, Douglas Hurd, dio por sentado que el tratado concluiría su vía crucis parlamentario hacia mediados de julio. La Cámara de los Comunes lo aprobará, si no hay grandes sorpresas, mañana jueves.El Gobierno británico interpretó el sí danés como un hito decisivo e incluso alguno de los euroescépticos, como George Gardiner, aceptó que ya no les quedaba otro cartucho que el anunciado recurso ante los tribunales. Es muy difícil que la batalla jurídica consiga algo más que aplazar unos meses, tal vez hasta mediados de otoño, la ratificación definitiva. Los rebeldes libran "una guerra de trincheras" completamente desesperada, dijo ayer Douglas Hurd, quien recordó que "también los alemanes tienen pendiente un detalle jurídico, una cuestión técnica como la que podría plantearse aquí". Hurd agregó que llegaba el momento de "olvidar diferencias, dejar que se cierren las cicatrices y aprendamos a vivir con Maastricht".

Mañana, cuando la Cámara de los Comunes efectúe la tercera lectura y vote por última vez, quedará superado el tramo más dificil del proceso de ratificación. La oposición laborista ha anunciado que se abstendrá, para protestar contra la exclusión del Capítulo Social, aunque es probable que un puñado de diputados desobedezca las consignas y vote no. Los rebeldes de uno y otro lado serán, en cualquier caso, insuficientes para poner en, peligro al Gobierno.

Con el sí de los Comunes, la ley pasará a la Cámara de los Lores, donde la ex primera ministra Margaret Thatcher organiza personalmente la resistencia. Pero en una cámara con 1.200 miembros, la gran mayoría de los que no asiste casi nunca, es muy dificil tender una encerrona al Gobierno.

El debate de los Lores durará unos dos meses y se prevé intenso, dada la presencia de Lady Thatcher y otros pesos pesados, pero no ha de causar sobresaltos de última hora. A partir de las vacaciones, los jueces serán los encargados de poner la rúbrica a un proceso que ha durado año y medio y le ha costado a Major una enorme impopularidad.

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Diversidades nacionales

La Comisión Europea se felicitó ayer por la victoria de los partidarios de Maastricht en el segundo referéndum danés. En una declaración en nombre del Ejecutivo comunitario, el presidente de la Comunidad Europea, Jaeques Delors, "se felicita de que Dinamarca pueda continuar aportando su grano de arena a la construcción de una Europa unida respetando la diversidad de las personalidades nacionales, las tradiciones y las culturas". Tras el voto danés todas las miradas se dirigen ahora hacia el Parlamento británico que es el único que todavía tiene que ratificar el Tratado de la Unión.La mayoría de los comisarios que intervinieron ayer tras conocerse los resultados del referéndum expresaron el deseo de que la votación danesa facilite la ratificación del Reino Unido y desbloquee el estancamiento de la Comunidad Europea.

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