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LA CRISIS DE LOS SOCIALISTAS

Los fieles a Alfonso Guerra siguen haciendo una piña con el vicesecretario

Los dirigentes del PSOE que están actuando como intermediarios para alcanzar un acuerdo pactado en el partido que incluiría alguna o algunas dimisiones tienen razón al considerar que ello va a resultar muy difícil, pero durante las jornadas de hoy, y sobre todo de mañana, pretenden multiplicar sus contactos para lograr uno pacto o a la ejecutiva.

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Los miembros de la ejecutiva más afectos al vicesecretario general, Alfonso Guerra, así como los dirigentes regionales del mismo sigilo continuaban ayer en la tesis de que la ejecutiva no debe aceptar la dimisión del secretario de Organización, Txiki Benegas, y mucho menos subir el peldaño que conduce directamente al propio Alfonso Guerra en la escala orgánica del PSOE. Si no aceptan la dimisión de Txiki Benegas, mucho menos la del vicesecretario general.Algunos dirigentes guerristas se trasladaron anteayer a Madrid para reunirse con el vicesecretario general, Alfonso Guerra. La cita fue en la sede del partido, en la calle de Gobelas, a las afueras de Madrid, y allí acudieron el presidente de la Junta de Extremadura y secretario general de los socialistas extremeños, Juan Carlos Rodríguez Ibarra; el secretario general de los socialistas murcianos, Juan Manuel Cañizares, y su compañero riojano Angel Martínez Sanjuán.

El día anterior había estado el secretario general de los socialistas andaluces, Carlos Sanjuán, en la sede federal de la calle Ferraz.

Un sector de los guerristas se mantiene en la creencia de que no hay que entregar cabezas, y de, ahí su oposición a aceptar la renuncia del todavía secretario de Organización, al menos con la fórmula y las maneras que se están aireando estos días desde la corriente renovadora.

No obstante, la razón fundamental del atrincheramiento tiene que ver con la lucha interna. Estos dirigentes rechazan que se aproveche el caso Filesa para acabar con la actual ejecutiva del partido y llegar al próximo congreso con el guerrismo fuera de la dirección.

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La mayoría de los miembros de la ejecutiva con áreas de responsabilidad no están participando en estas reuniones e incluso ayer mismo salieron de Madrid para descansar dos días y regresar para el sábado. Sin embargo, siguen atentamente a través de sus contactos telefónicos todos los acontecimientos.

Después de que Benegas decidiera el pasado lunes difundir la dura carta que dirigió a González poniendo a su disposición el cargo de secretario de Organización, próximos al aparato iniciaron la recogida de adhesiones a Benegas. En los días siguientes, este tipo de maniobras han sido paradas. De un lado, guerristas y no guerristas saben que el propio Benegas acabó con su carrera política en el PSOE al difundir una carta que incluía un ataque a González. De otro, no cierran la posibilidad de conseguir un acuerdo de última hora antes de declarar la guerra total en la ejecutiva del sábado.

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