Año nuevo, antiguos problemas
La Bolsa española apenas ha notado el cambio de ejercicio, a no ser en el volumen negociado una vez que las aplicaciones, por motivos fiscales, han tocado a su fin. La sesión ofreció tres momentos diferentes, el primero ajustándose a las expectativas y bajando casi un punto, el segundo con una trayectoria plana ante la escasez de ideas y, el tercero, con una respuesta positiva ante la subida de Wall Street. Lo más significativo está en que la suma de opciones arroja un saldo de poco más de 6.500 millones de pesetas efectivas, una cifra ya de por sí peligrosa.El nuevo índice de Madrid intenta este año diluir el peso de los grandes valores, pero el control de que son objeto y las caídas del resto, ha forzado una concentración aún mayor. Los 96 valores de que consta esta vez el índice incrementan la importancia de banca, electricidad, petróleo. y comunicaciones, esto es, a los valores tradicionales frente a otros sectores productivos.
Las expectativas para las próximas sesiones continúan siendo negativas, aunque esto carece de importancia ante la facilidad que van a seguir en contrando unos cuantos valores para retocar el precio de cierre, el único que al final queda como referencia. El índice ganó al concluir la sesión un 0,63%, 1,35 puntos, mientras que el Ibex 35 ganaba un 0,4%.
