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Centenares de somalíes impiden el aterrizaje de Butros Gali en Mogadiscio

Centenares de somalíes que protestaban por la intervención internacional en Somalia cercaron ayer la sede de la ONU en Mogadiscio e impidieron el aterrizaje, allí, del helicóptero que transportaba al secretario general de Naciones Unidas, Butros Gali. "Vete a tu casa" gritaban los manifestantes que lanzaron piedras contra el aparato. Algunos de ellos, entraron en el recinto de la organización y arrancaron la bandera de la ONU. Pocas horas antes, un británico que trabajaba por la Unicef fue asesinado a tiros en el sur de Somalia.

Los manifestantes que abuchearon a Gali eran partidarios de uno de los dos principales jefes de facción somalí, el general Mohamed Farali Aidid. "Abajo Butros Gali", "Somalia para los somalíes" y "Fuera el egipcio", eran algunas de las consignas que gritaban y que figuraban en numerosas pancartas.Tras impedir el aterrizaje del helicóptero de Gali en la sede de las Naciones Unidas en Mogadiscio, donde el secretario general tenía previsto celebrar una rueda de prensa, los participantes en la protesta cercaron el edificio y lanzaron piedras contra el patio. Tres próximos colaboradores de Gali y numerosos periodistas quedaron atrapados por el cerco que se prolongó durante al menos cuatro horas.

Algunos manifestantes entraron incluso en el recinto y arrancaron la bandera de la ONU y la sustituyeron por otra de Somalia. Mientras, la multitud -en la que eran numerosas las mujeres-, gritaba, "Dios es grande" y preparaba con maderas barricadas ante las entradas del edificio. La multitud se dispersó al difundirse la noticia de que el secretario general había regresado al aeropuerto.

Fuentes de la ONU, informaron ayer que Butros Gali visitó un centro de alimentación situado en las afueras de Mogadiscio pero que había renunciado a visitar los cuarteles generales de la fuerza multinacional en la ciudad. Butros Gali llegó el sábado a Addis Abeba, la capital de la vecina Etiopía donde tiene previsto Celebrar hoy y mañana conversaciones con las catorce facciones que luchan en la guerra civil somalí para intentar lograr un acuerdo de paz. Otros intentos de reunir en una misma mesa a los señores de la guerra somalíes, han fracasado.

Pocas horas antes de que Gali llegase a Mogadiscio, un británico de 28 años, Sean Devereaux, que trabajaba para el Unicef, fue asesinado en Kismayu, localidad del sur del país. Fuentes norte americanas rectificaron ayer una primera versión de lo ocurrido según la cual, Devereaux había sido tiroteado por sus propios guardaespaldas somalíes des pués de que éste les anunciase que iba a reducir sus honorarios. "Mi primer informe ha resultado no ser cierto" dijo el coronel es tadounidense Fred Peck, porta voz de las tropas norteamericanas en Somalia, al asegurar que el británico había muerto por los disparos en la espalda efectuados por un sólo francotirador cuya identidad aún se desconoce.

Coincidiendo con ello, una patrulla belga del contingente de la ONU anunció ayer el descubrimiento de 17 cadáveres en los alrededores del aeropuerto de Kismayu.

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