La policía busca entre los papeles de Kelly y Bastian los móviles de su muerte

La extraña muerte de Petra Kelly y Gerd Bastian, dos de las principales figuras de Los Verdes alemanes, está tomando el cariz de un misterio insondable. La prensa agotó ayer su catálogo de incógnitas y suposiciones. Entretanto, la policía ha empezado a estudiar las montañas de papeles y documentos encontrados en su casa. Por otra parte, varias personas y amigos de la pareja aseguran haberlos visto hace menos de una semana, cuando sus cuerpos descompuestos indican claramente que llevaban muertos más de dos semanas cuando fueron descubiertos la noche del lunes.Lo único claro, según la policía, es que Bastian, un antiguo general de la Bundeswehr, de 69 años, disparó sobre Kelly, de 44, y se suicidó después. El hecho de que ella estuviera sobre la cama y él en el pasillo de la casa que compartían en el barrio de Tannenbusch, en Bonn, es lo único que ha abierto la incógnita de si fue realmente un pacto de suicidio o, por el contrario, Bastian disparó contra ella mientras dormía.

La hipótesis que más se repite, sin embargo, es la que une los graves problemas de salud que padecían, especialmente ella, con la depresión causada por su marginación de la vida pública y notablemente en el seno de su partido. El diario Süddeutsche Zeitung publicaba ayer una entrevista con Kelly, que ella había requerido insistentemente el pasado mes de marzo, en la que subraya abstracismo al que Bastian y ella habían sido sometidos por Los Verdes. "Hay gente allí", decía Kelly, refiriéndose al partido, "que ya no puede curar sus heridas. Y hay tantas heridas".

Su quebradiza salud llena también las páginas de los periódicos. Le faltaba el riñón izquierdo; tenía problemas de circulación sanguínea, lo que le provocaba su extrema palidez y sus marcadas ojeras. Sufría también de perturbaciones del ritmo cardíaco y tuvo un colapso el pasado mes de abril. Coincidiendo con este ataque, Bastian fue atropellado por un taxi, rompiéndose las piernas. Antes del verano, ambos tuvieron que ingresar en una clínica durante una temporada para recuperarse.