Los socialistas pierden 20 escaños, mientras el PP e IU logran un apoyo electoral récord
Izquierda Unida es, en proporción, la gran beneficiaria de la fuga de votos del PSOE. El incremento que le da la encuesta convertiría a esta coalición en la tercera fuerza política, desbancando a Convergència i Unió (CiU). El sondeo refleja una caída del 2,6% en el voto del CDS, lo cual le haría perder 11 escaños y ver reducida su representación en el Congreso a sólo tres diputados. Los partidos nacionalistas y regionalistas tienden a mejorar en la mayoría de los casos, salvo Convergència i Unió, Euskadiko Ezkerra (EE) y Herri Batasuna (HB), que, según la encuesta, pierden terreno.La relativa dispersión del apoyo electoral que pierde el PSOE lleva a considerar a los autores de la encuesta que se trata de un voto de castigo a os socialistas más que una opción claramente definida por otra fuerza política.
Las pérdidas de voto afectan a los socialistas en todas las comunidades autónomas, pero de manera especial en Madrid -donde el PSOE queda por debajo del resultado de las primeras elecciones generales de junio de 1977- y en Andalucía, donde los socialistas podrían perder hasta cinco escaños.
También presenta el PSOE un importante retroceso electoral en comunidades autónomas como Navarra, Murcia, Cataluña -tres escaños-, Castilla y León -dos escaños- y Baleares.
El Partido Popular, por el contrario, aumenta en 2,2 puntos respecto a los comicios de 1989, llegando a un 28,2% y 121 escaños, 14 más que hace tres años. Mejora posiciones en casi todas las comunidades autónomas. Las excepciones son País Vasco, La Rioja y Aragón, donde baja. La subida es especialmente significativa en Murcia, Baleares, Navarra y Castilla-La Mancha.
El Partido Popular se beneficia del voto de los electores del Centro Democrático y Social (CDS), de nuevos votantes y también, por vez primera, resta votos a los socialistas.
Mejoría nacionalista
Izquierda Unida es el partido que más sube, al pasar de un 9,13% a un 12,2%, lo que le supone pasar de 17 a 30 escaños. Sus subidas son especialmente significativas en Navarra, País Vasco, Madrid, Aragón, Cantabria y Cataluña. Izquierda Unida se beneficia a partes iguales del voto socialista y de nuevos votantes.
El CDS baja considerablemente, -sólo conserva el 42% de su electorado-, pero no desaparece del Congreso de los Diputados. Pasa de 7,95% a 5,3% y se queda con tres escaños. Pierde 11 de los 14 escaños de que disponía en 1989. Se mantiene en las comunidades de Castilla y León, Murcia, Asturias, Extremadura y La Rioja. Sus votos van mayoritariamente al Partido Popular y, en mucha menor medida, al PSOE, Izquierda Unida y a la abstención.
La mayoría de los partidos nacionalistas y regionalistas son también beneficiarios de la nueva situación. Crecen el Partido Nacionalista Vasco (PNV) -con dos escaños más-, Esquerrá Republicana de Catalunya (ERC) -que logra dos diputados-, el Bloque Nacionalista Galego (BNG) -que por vez primera consigue un escaño- y el Partido Andalucista (PA) -que obtiene un escaño más por Sevilla. Asimismo, Unidad Alavesa (UA) consigue por vez primera un diputado en el Congreso.
El Partido Aragonés (PAR) aumenta en votos, pero no llega a sumar un escaño más al que tiene. Las Agrupaciones Independientes de Canarias (AIC) mantienen el escaño, la Unión Valenciana (UV) los dos de los que dispone desde 1989, lo mismo que Eusko Alkartasuna, que se consolida como partido guipuzcoano.
Pierden votos CiU, que pasa de 18 a 17 diputados. También pierden un escaño Herri Batasuna y Euskadiko Ezkerra, que se quedan respectivamente con tres y uno.
Tampoco consiguen escaño la Agrupación Ruiz-Mateos y GIL, de Jesús Gil. El partido del presidente del Atlético de Madrid obtiene alguna presencia en Madrid y Málaga.
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