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Cuatro 'astronautas' europeos inician un viaje espacial de 60 días sin despegar de la Tierra

Tres hombres y una mujer comenzaron ayer un simulacro de vuelo espacial en la Tierra, a bordo de una cápsula completamente cerrada, que durara dos meses. En ese pequeño laboratorio, en que han sido encerrados con todo lo que necesiten para vivir aislados, realizarán 31 experimentos de fisiología y psicología, con los que los científicos quieren investigar el comportamiento y las reacciones de los seres humanos durante una larga misión espacial en un habitáculo reducido. La operación, desarrollada por la Agencia Europea del Espacio (ESA), se realiza en Colonia (Alemania).

Cuatro literas, como en el compartimento de un tren, con una mesa en medio y una pequeña cocina en un extremo, es la vivienda de los cuatro astronautas de Tierra seleccionados por la ESA casi como si fueran realmente a viajar al espacio aunque no se moverán del laboratorio de investigación espacial alemán DLR, en Colonia. La misión se denomina Campaña experimental para infraestructura espacial europea tripulada (EXEMSI) y los cuatro protagonistas principales son los científicos Hilde Krom, de Holanda; Clemens Lothaller, de Austria; Matthieu Roulet, de Francia; y Anita Vestin, de Suecia.Unido al módulo de vivienda, un cilindro de 6 metros de longitud y 2,5 metros de diámetro, está el habitáculo de trabajo, donde realizarán el programa de experimentos durante 60 días.

"El EXEMSI es un espacio muy reducido, y en él queremos simular los problemas de la vida y supervivencia, psicológicos y fisiológicos, de un pequeño grupo de personas que, en una permanencia prolongada en el espacio está aislado para realizar experimentos científicos", explica Alessandro Bichi, del equipo de estudios de la ESA de vuelos de larga duración. "El objetivo de estas investigaciones está más allá del módulo Columbus, es el futuro de ese laboratorio espacial [planeado para ser construido en órbita, en la estación internacional Freedom, a principios del próximo siglo]", continúa.

Constantemente vigilados

La vida de los cuatro astronautas de Tierra será constantemente vigilada desde fuera mediante cámaras de televisión. La comunicación con ellos se mantendrá por transmisión de datos y microfonía, pero no recibirán más suministros que los inicialmente cargados en la burbuja hermética. Se trata de estudiar la capacidad de resistencia y comportamiento de los futuros viajeros del espacio, cuando no cabe esperar auxilio de la Tierra en caso de emergencia o abandonar la nave. La falta de confort, la tensión y las difíciles condiciones de vida son el marco del experimento.

Bichi explica que en la Freedom la NASA será responsable de los problemas de supervivencia de los astronautas, por lo que si los europeos quieren ir adquiriendo experiencia en este campo deben seguir experimentos como EXEMSI. Y no es el primero que realizan. En 1990 seis hombres permanecieron en un laboratorio similar -en Noruega- durante 28 días en la misión UTEC. Bichi destaca la mayor duración del experimento actual y el hecho de que sean tres hombres y una mujer.

La cápsula hermética ha sido diseñada como una pequeña estación espacial: el módulo de vivienda tiene 23,5 metros cúbicos; el laboratorio 43 y el almacén 22,4 donde tienen las reservas de comida y agua y contenedores para los desperdicios [el cuarto de estar de una vivienda normal tiene unos 50 metros cúbicos].

Experiencia para el futuro

La experiencia de estos astronautas de Tierra será tan similar a la de aquellos que realmente despegan en los cohetes, que de su selección y entrenamiento se ha encargado el Centro Europeo de Astronautas (EAC), de la ESA. "Es parecido a lo que harán los astronautas del futuro y nos interesan mucho sus reacciones psicológicas y fisiológicas", comenta el español Andrés Ripoll, director del EAC. "En EXEMSI, además, realizamos dos experimentos, uno de ellos para medir el estrés". También participa este centro en el control de contacto con los habitantes del laboratorio hermético.

Algunos de los experimentos a realizar en EXEMSI pretenden conocer con detalle cuestiones como la función del sistema nervioso en condiciones de aislamiento, el equilibrio de agua y sales en el organismo, el volumen de sangre y el estado inmunológico, o la fatiga y su relación con el trabajo. También se probarán algunos equipos para futuras naves espaciales: un biorreactor de algas sensores de contaminación e instrumentos de telemedicina.

La NASA, según Bichi, está muy interesada en estas experiencias. Sin embargo, la CEI, con una estación espacial en órbita en la que astronautas ex soviéticos han permanecido más de un año, depende menos de estos ensayos.

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