_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Primavera

Manuel Vicent

Cuando uno pasa la noche en la selva oye las voces de todas las fieras y es difícil distinguir si ellas se aparean o se matan porque los aullidos de dolor y de placer son idénticos. Bajo las estrellas tan limpias de aquella reserva de África , los predadores producían un terrible griterío; también se sentía la honda ebullición de todos los insectos. Era primavera. Los virus, los mosquitos y las hormigas la celebraban con la misma pasión que mueve a los poetas. Desde las panteras a los grillos, todo el mundo estaba en acción cumpliendo las leyes de la naturaleza con el sexo y con las garras, todo el mundo tal vez menos yo, que quería ser feliz sin tener que molestar a nadie. Dentro de la mosquitera leía entonces el mismo libro que estoy leyendo en la cama esta noche del viernes, y el fragor que generaba aquella acumulación de animales en la reserva no se distingue del que en este momento libera el fondo de la ciudad. En la sabana, el j9veii Masa¡ estaba comiendo un trozo de pollo y en el firmamento azul había un halcón que lo vio. El ave rapaz se precipitó desde lo alto y, pasando como una ráfaga junto al rostro.del muchacho, le arrebató la comida cuando éste ya la tenía entre los dientes y el picotazo le arrancó también parte de los labios. Esta tarde he visto a unchacal que se ha llevado el bolso de una anciana con este procedimiento, y el grito que acaba de dar ahora una mujer en la calle después del chirrido de unos neumáticos no sé si ha salido del terror o de la fiesta. La primavera es una norma que .también rige los crímenes hasta acompasarlos a la subida de la savia. Las bacterias están muy excitadas con el deseo de ser felices, y los asesinos se vuelven líricos en este tiempo. Los tigres van repantigados en los taxis leyendo la cartelera de espectáculos. Los bares repletos de búfalos, los sótanos traspasados de música donde bailan los ciervos, los descampados llenos de cazadores, el asfalto poblado sólo de sombras, son igualmente naturaleza. Así suena la ciudad esta noche mientras leo a Séneca y todos los insectos fermentan.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Manuel Vicent
Escritor y periodista. Ganador, entre otros, de los premios de novela Alfaguara y Nadal. Como periodista empezó en el diario 'Madrid' y las revistas 'Hermano Lobo' y 'Triunfo'. Se incorporó a EL PAÍS como cronista parlamentario. Desde entonces ha publicado artículos, crónicas de viajes, reportajes y daguerrotipos de diferentes personalidades.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_