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El PP y los nacionalistas quieren que los ciudadanos puedan donar dinero a los partidos y desgravar por ello

Anabel Díez

El portavoz de Convergencia i Unió, Miquel Roca, propondrá una reforma radical del actual modelo de financiación de los partidos políticos para permitir que ciudadanos y empresas donen el dinero que quieran a los partidos y puedan desgravar a Hacienda por ello. Roca convocará a todas las fuerzas parlamentarias "inmediatamente después de la jornada electoral catalana del próximo día 15" para someter su oferta a debate. Según una consulta efectuada por este periódico, la iniciativa de CiU será parcialmente apoyada por el Partido Popular (PP) -que pretende "cada vez menor dependencia del dinero de los presupuestos"- y por el Partido Nacionalista Vasco (PNV), y rechazada por PSOE, Izquierda Unida y, con matices, por el CDS.

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La propuesta formal de Roca está claramente inspirada en el modelo norteamericano de financiación de los partidos. Roca es consciente de que también sería necesaria una concienciacion de la sociedad, ya que España carece de "esa cultura" que contempla con normalidad el hecho de que los bancos y las grandes empresas aporten dinero a los partidos políticos. El político catalán propondrá como imprescindible que las aportaciones de un ciudadano, una empresa o un banco puedan tener deducciones fiscales como ocurre cuando se da dinero a cualquier asociación sin ánimo de lucro.Miquel Roca piensa quedarse en principio en esta propuesta de libertad en las donaciones y de máxima transparencia de los partidos a la hora de dar cuenta de sus gastos y en cómo emplean cada peseta, aunque en su reflexión, anunciada a un grupo de periodistas en Cataluña, se preguntaba por qué, como ocurre en otros países, no sería también asurnible que los partidos pudieran crear empresas que les reportaran beneficios a la manera que hacen los sindicatos.

Ya es seguro que el debate sobre la financíación de los partidos se llevará a cabo durante la próxima primavera, según reconocen los dirigentes de todas las fuerzas políticas, a lo que el PSOE y el Gobierno se muestran favorables, según admitió ayer el presidente del Grupo Socialista, Eduardo Martín Toval. "En principio somos muy reticentes a una fórmula a la americana y creemos que no se debe poner todo el énfasis en los ingresos, sino en los gastos".

Martín Toval estima que los ingresos que reciben los partidos para su funcionamiento ordinario es "más que suficiente". Otra cosa es la deuda que arrastran todos los partidos después de cada campaña electoral "y que comporta dificultades financieras por la desmesura en la que se suele caer". En esta línea, el PSOE está dispuesto a proponer una seria reducción en los gastos electorales que llevaría a eliminar vallas, banderolas y todo soporte publicitario. No obstante, el PSOE no tomará "la iniciativa", sino que esperará a escuchar las propuestas de los demás. El presidente del CDS, Rafael Calvo Ortega, comentó en este sentido que la propuesta socialista de reducir los gastos electorales es "cínica", ya que el PSC acaba de inundar Cataluña de vallas, banderolas y soporte publicitario.

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El consenso necesario

El Gobierno tiene claro que las modificaciones en la financiación de partidos, si se realizan, tendrán que ser por consenso, por lo que a la vista de las posiciones iniciales quizá tan sólo se alcance ese acuerdo en torno a la reducción de gastos electorales.

El portavoz del Grupo Popular, Rodrigo Rato, está de acuerdo en que los ciudadanos y los empresarios tengan beneficios fiscales por ayudar a las fuerzas políticas, aunque estima imprescindible que existan límites tanto a las aportaciones como a las deducciones fiscales, "porque si no es así un solo banco puede comprar a todos los partidos políticos", señaló Rato.

La transparencia es otra de las características que señala Rodrigo Rato, también demandada por Miquel Roca. El portavoz popular estima, en cambio, que los partidos no pueden tener negocios propios.

Rato ha participado con su secretario general, Francisco Álvarez Cascos, en todas las reuniones habidas con Eduardo Martín Toval y el secretario de Organización del PSOE, Txiki Benegas, en las que se trató de la posible reforma de la financiación de los partidos. Según Álvarez Cascos, estas conversaciones se desarrollaron entre octubre y noviembre pasado y "de forma abierta".

El portavoz de Izquierda Unida, Nicolás Sartorius, y el secretario general del CDS, Antoni Fernández Teixidé, recelan de ese sistema. Sartorius señaló: "Los partidos de izquierda no tenemos detrás poderes económicos, ya que ni nos apoyan ni nos votan", afirmó. La propuesta de Sartorius es la de limitar los gastos electorales de los partidos.

Fernández Teixidó, del CDS, estaría de acuerdo en ciertas ayudas de particulares o entidades, pero restringidas, "ya que los partidos no pueden estar endeudados a terceros o venderse al mejor postor".

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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