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CONVULISÓN EN LAS RUINAS DE LA U.R.S.S.

Irán disputa a Turquía el Asia soviética

Los sucesores de Jomeini tratan de asentarse como potencia regional

Irán, en un intento de capitalizar al máximo atomización de la Unión Soviética, está impulsando una audaz ofensiva diplomática para establecer los lazos mas sólidos posibles con sus vecinos de las nuevas repúblicas asiáticas de mayoría musulmana. La dinámica de esta campaña refleja la tenacidad con la que los herederos del imam Jomeini quieren consolidar pactos para afianzar a Irán como potencia regional, extender su influencia y frenar las viejas ambiciones de Turquía. Jomeini, padre fundador de la revolución islámica iraní que condenó al capitalismo con idéntica virulencia que al comunismo, desde su propio lecho de muerte, en 1989, susurraría al oído del actual presidente Alí Akbar Hachemi Rafsanyani: "Hay que mejorar a toda costa nuestras relaciones con los vecinos del Norte".

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En una carta a Mijaíl Gorbachov, el difunto líder iraní anunció sin titubeo que el comunismo se desvanecía. Su testamento político se está cumpliendo al pie de la letra. Quizá no por las razones de entonces, sino por las realidades geopolíticas de hoy.La destrucción de Irak en la guerra del Golfo eliminó al viejo enemigo de Irán, pero a costa del fortalecimiento de las obsoletas monarquías petroleras árabes que invitaron y financiaron la intervención militar de Estados Unidos. El fin era no sólo neutralizar a Sadam, sino preservar la situación de la región. Como anfitriones de bases norteamericanas en el Golfo, reyes y emires debieron respirar con alivio: la presencia de fuerzas estadounidenses es una muralla frente a los sueños de exportar la tesis integrista de la revolución islámica.

Nuevo orden regional

Teherán captó al vuelo las limitaciones de su capacidad de maniobra en el nuevo orden regional y miró hacia el Norte. La afinidad con las repúblicas de mayoría musulmana garantizaba un proceso fácil. La desintegración de la URSS sencillamente amplió el contacto y el intercambio con Irán.

En, el caso de Turquía, la guerra del Golfo revivió rivalidades históricas entre Ankara y Teherán e incrementó la desconfianza frente a las ambiciones de un Gobierno laico, miembro de la OTAN y cuyos anhelos europeístas lo convierten en un aliado clave de Occidente.

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El proverbial pragmatismo de Rafsanyani salió a relucir nueva mente. Por un lado, el protectorado norteamericano en el Golfo es un gran obstáculo para la es trategia geopolítica iraní. Por otro, la desaparición de la amenaza militar iraquí vigoriza a Turquía. Pocas cosas podrían haber servido mejor a los intereses de Teherán que la atomización de la URSS, porque aquélla se tradujo automáticamente en la apertura de puentes con las repúblicas musulmanas a las que Moscú impedía el acercamiento real a los persas.

Uno de los primeros pasos dados por Teherán tras reconocer a Rusia y a las repúblicas de Azerbaiyán, Kazajstán, Kirguizistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán, fue despachar a su ministro de Exteriores, Alí Akbar Velayati. Su gira por las repúblicas musulmanas fue un gesto de buena voluntad apoyado por atractivas propuestas de intercambio comercial y cooperación económica. Respondía también a los celos iraníes ante el desfile de dirigentes de estas repúblicas por Ankara.

El mensaje cayó en terreno fértil. En las últimas semanas Irán no sólo ha abierto embajadas -ayer en Tayikistán- y consulados, sino que ha firmado acuerdos de gran alcance. En Turkmenia se están finalizando detalles para establecer franquicias a las aerolíneas de ambos países, amén de acuerdos de navegación y explotación de recursos en el mar Caspio.

La semana pasada, el ministro iraní del Petróleo, Golamreza Aqazadé, visitó Bakú, la capital de Azerbaiyán, para pactar una cooperación económica que la prensa de Teherán describe como más que alentadora.

Ambiciosos proyectos

Azerbaiyán, cuyo ingreso en la OPEP se perfila como una posibilidad a medio plazo, es crucial para los ambiciosos proyectos iraníes de exportación y comercialización de hidrocarburos. Irán quiere utilizar el oleoducto que cruza esa república para enviar petróleo a Europa. Azerbaiyán, que producía 244.000 barriles diarios a finales de 1990, busca inversiones extranjeras por el dramático descenso habido en la provisión de maquinaria y equipos petroleros tras el colapso de la URSS. Irán (el segundo productor de la OPEP), que bombea alrededor de 3,5 millones de barriles diarios, es el socio ideal por su experiencia en esta industria y por su nueva política de cooperación.

Los intereses iraníes van más allá de la esfera económica, como lo evidencia la proposición de actuar como mediador en el conflicto entre azeríes y armenios por el enclave de Nagorno Karabaj.

La dinámica iraní causa aprensión en Turquía y, por ósmosis, en EE UU, donde el diario Los Angeles Times afirmó con alarma que Irán se ha embarcado, en una colosal compra de armamento. La coincidente inquietud turca llevó a los iraníes a responder con celeridad. Días atrás, el diario The Teheran Times, que suele reflejar fielmente el pensamiento del presidente Rafsanyani, advirtió indirectamente a Ankara de que se abstuviera de exacerbar sentimientos ultranacionalistas en las recién independizadas repúblicas. Añadió que esa política puede "amenazar seriamente la seguridad de las fronteras iraníes".

En medios diplomáticos regionales se ha comenzado a ver con creciente alarma el tono de los intercambios verbales, en los que destaca el componente prooccidental turco y la tendencia contraria irani. "Ya puede sentirse la mano extranjera activa en esas repúblicas, especialmente en Azerbaiyán y Turkmenistán, con el supremo objetivo de introducir la discordia entre azeríes iraníes y turkmenios instigando los sentimientos étnicos y nacionalistas", dijo el diario.

Teherán refuerza su potencial militar con material del Ejército Rojo

La reacción del ayatolá Alí Jamenei, el principal líder espiritual de la república islámica, a la alarma estadounidense sobre el supuesto rearme de Irán, ha sido una tajante advertencia: "No se inmiscuyan en nuestros asuntos". Jamenei dedicó ayer gran parte de un mensaje por radio a responder las afirmaciones del diario Los Angeles Times -confirmadas luego en Washington por funcionarios norteamericanos- de que el Gobierno iraní está reconstruyendo sus Fuerzas Armadas con material convencional y no convencional procedente de los arsenales de la difunta URSS, Corea del Norte y Argentina.El heredero del imam Jomeini no negó que Irán esté invirtiendo millones de dólares en armamento, lo que es visto en algunos medios diplomáticos como el paso natural de un país empeñado en reafirmar su influencia en el Golfo, tras la destrucción de Irak, y el vigorizado papel militar y político de EE UU en la zona.

Fuentes oficiales de Washington dijeron al mencionado diario que Irán ha comprado avanzados cazas Mig-29, cazabombarderos SU-24, tanques y el más diverso armamento. Añadieron que las compras se realizan, especialmente en Rusia, a precios de saldo, como los 50.000 dólares (algo menos de cinco millones de pesetas) pagados por un moderno tanque T-72, cuyo precio real asciende a varios millones de dólares.

Comercio floreciente

"Se trata de un pague y lleveseló a precios rebajados", señalan las fuentes, que indican que la falta de dinero contante que padece Rusia es la principal causante de este floreciente comercio. Añaden que las ventas de aviones se realizan, aparentemente, a través de negociaciones directas Gobierno-Gobierno, mientras que el resto del armamento, incluso los tanques, se hace a través de traficantes internacionales de armas y de bazares que se están especializando en armas.

Además, analistas militares apuntan que, accidentalmente, Teherán se ha aprovechado de la guerra del Golfo para reconstruir su precaria fuerza aérea. Sin disparar un solo tiro en ese conflicto, Teherán se hizo con más de un centenar de cazabombarderos, aviones de transporte de tropa y equipo de la aviación iraquí que, en un ingenuo intento por salvar sus aeronaves más modernas, Sadam Husein envió a bases neutrales en Irán, donde permanecen hasta hoy.

"Si la compra de armamento es un crimen, entonces, ¿por qué EE UU y sus aliados venden miles de millones de dólares a países bajo su dominación?", declaró Jamenei. "¿Qué le importa a EE UU que un país se procure armas? ¿Qué le hace pensar que los países deben obtener primero su permiso para comprar armas?", concluyó.

"Les estamos observando muy de cerca", aseguró un funcionario israelí. Isarel está "muy preocupado" por la potenciación del Ejército iraní.

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