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LA URSS SE DESINTEGRA

La Comunidad de Estados Independientes nace hoy en presencia del ministro de Defensa de la URSS

Los presidentes de todas las repúblicas de la ex URSS, con la excepción del de Georgia, se reunirán hoy en Almá Atá, la capital de Kazajstán, para poner en marcha la Comunidad de Estados Independientes (CEI) creada el pasado día 8 por Rusia, Ucrania y Bielorrusia. También ha confirmado su asistencia el general Evgueni Sháposhnikov, titular del Ministerio de Defensa, prácticamente la única institución soviética que no ha sido absorbida por Rusia. Su presencia pondrá de manifiesto el vital apoyo de la cúpula militar a la CEI, pero al mismo tiempo será un contrapeso a los que pretenden ir deprisa también en el desmantelamiento de las Fuerzas Armadas. Mijaíl Gorbachov no podrá acudir a la cumbre porque no ha sido invitado.

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Un punto clave de la reunión de hoy es precisamente el tratado que debe precisar las relaciones que mantendrán los miembros de la CEI en las cuestiones de defensa. El acuerdo que suscribieron los tres presidentes eslavos en Brest prevé el mantenimiento de un espacio militar-estratégico común y el mando unificado de las fuerzas estratégicas, pero no precisa más.Durante la visita de James Baker, el presidente ruso, Borís Yeltsin, incluyó bajo el concepto de fuerzas estratégicas a la fuerza aérea, la defensa antiaérea, la Armada, los servicios de inteligencia militar y todas las fuerzas nucleares, tanto las tácticas como las estratégicas. Esta posición difiere de la expresada por el Parlamento de Ucrania al crear las Fuerzas Armadas de la república, que en principio sólo previó que quedaran bajo el mando centralizado las unidades dotadas de armamento nuclear y la defensa antiaérea.

Un segundo punto de fricción en relación con el armamento atómico es la posición enfrentada de Rusia y Kazajstán en cuando a la desnuclearización. Yeltsin afirmó el lunes ante Baker que Ucrania, Bielorrusia y Kazajstán iban a desnuclearizarse en los próximos años y que sólo Rusia continuaría manteniendo armas atómicas en su territorio. El presidente kazajo, Nursultán Nazarbáiev, lo contradijo al día siguiente al subrayar que, en principio, condicionaba su desnuclearización a la de la propia Rusia. La ex URSS posee unas 217.000 cabezas nucleares.

Control centralizado

Al frente de las Fuerzas Armadas que queden bajo control centralizado habrá un comandante en jefe, que se prevé sea el propio Sháposhnikov. Este mariscal del Ejército del Aire ha jugado un papel clave en la consolidación de Yeltsin en el poder: primero, apoyándole resueltamente cuando se produjo el golpe de Estado de agosto, y ahora, controlando la cúpula militar para situarla al lado de la nueva Comunidad.

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Los presidentes de los Estados que formaron la URSS deben también acordar de qué estructuras se dota la CEI, dando por supuesto que la soberanía reside en los Estados independientes. El viceprimer ministro ruso, Sierguéi Shajrai, no descartó ayer que hubiera algún organismo de representación (un Parlamento común), aunque no es seguro. Sí se da como seguro que el máximo órgano será el Consejo de jefes de Estado y de Gobierno, que se creará un Consejo de Defensa y que habrá otros órganos de coordinación, especialmente de la economía.

El anfitrión de la reunión, Narzabáiev, mostró ayer su confianza en que se recupere el pacto de Almá Atá que desembocó en la creación, en octubre, de la Comunidad Económica, ahora paralizada por los acontecimientos de las últimas dos semanas. El presidente de Kazajstán insistió ayer en que debía evitarse la división entre eslavos y musulmanes que "nos retrotraería a la Edad de Piedra". Así volvió a dejar clara la posición del bloque asiático, cuyas cinco repúblicas pretenden ingresar hoy en la CEI como miembros fundadores y no como adheridos. Desean también que la nueva entidad se denomine Comunidad Euroasiática de Estados Independientes.

A Almá Atá han acudido representantes de 11 de las 12 repúblicas, pero ello no significa que haya garantías de que todos ellos vayan a firmar el acuerdo. El líder bielorruso, Stanislav Shushkevich, ha expresado su opinión de que se debería prohibir la entrada a la CEI a aquellas repúblicas que tienen conflictos étnicos en su territorio. Una de ellas es Azerbaiyán, que sigue sin resolver el problema del enclave de Nagorni Karabaj, habitado por armenios. Su presidente, Ayaz Butaliov, estará presente en la reunión y, como muestra de buena voluntad, reanudó ayer el suministro de gas y petróleo a la vecina Armenia, después de más de un mes de corte total. El georgiano Zviad Gamsajurdia no acudirá a Almá Atá.

Pero la ausencia más relevante es la de Mijaíl Gorbachov. Los presidentes republicanos no le han invitado, con lo que ponen en evidencia no sólo que la nueva CEI rompe definitivamente con la antigua URSS, sino también que no hay lugar en ella para Gorbachov. Cuando deje el cargo, el aún presidente soviético podría dedicarse a trabajos de ayuda a los pueblos de la ex URSS, según la agencia Interfax. El actual primer ministro de la Unión Soviética, Ivan Silayev, ha sido nombrado representante permanente de Rusia ante la Comunidad Europea.

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