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LA TRAGEDIA DE UN ÍDOLO DEL DEPORTE MUNDIAL

La confesión de Johnson de ser portador del sida conmociona a la sociedad norteamericana

Lo que comenzó el jueves como un pequeño rumor en Los Ángeles ha resultado ser un hecho que ha sacudido al mundo entero. La revelación por parte del baloncestista Earvin Magic Johnson de que ha contraído el virus del sida confirma a los ojos de muchos que se trata de una enfermedad que no conoce fronteras. Se puede decir, sin exageración, que ha causado pánico y angustia en Estados Unidos. El impacto de la noticia llegó al propio presidente, George Bush, quien, presente en Roma en una conferencia de la OTAN, declaró: "Es un héroe de nuestro país; estoy triste".

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Según el diario californiano Orange Country Register, el médico de los Lakers de los Ángeles, Michael Mellman, confirmó que la esposa de Johnson está embarazada de siete semanas, pero también que ni ella ni el feto se hallan afectados por el sida."Nunca habrá un cuento más triste. Si lo hay, no lo quiero conocer", escribió Mitch Albom, el comentarista deportivo de mayor prestigio en Estados Unidos. "Comencé a temblar el jueves, cuando Johnson se acercó al micrófono. Aún tiemblo al escribir estas palabras. El mundo se ha convertido en un lugar terriblemente frío". Albom concluyó su columna así: "Tan sólo sabemos esto: si esta enfermedad puede descubrir una manera de infectar a alguien tan grande como Johnson, nadie está seguro".

La confesión de Johnson de ser portador del sida se considera más importante que la muerte del actor Rock Hudson por su culpa en 1985. Johnson confirma que no es exclusiva de drogadictos u homosexuales. Numerosos centros de sida soportaron una ola inmensa de llamadas telefónicas y se espera que haya un incremento inmediato de individuos que quieran hacerse las pruebas médicas. Fue la noticia principal de los telediarios y las emisoras de radio. La rueda de prensa de Johnson fue retransmitida en directo por numerosas cadenas de televisión. El viernes por la mañana fueron pocos los periódicos que no publicaron la noticia en primera página.

Nadie se acomplejó al oír la noticia. Lloró Mike Fratello, ex entrenador y actualmente comentarista de la cadena NBC. Pat Riley, el técnico de Johnson y los Lakers de Los Ángeles durante nueve temporadas, tuvo que recurrir a toda su fuerza para no derrumbarse cuando habló con los periodistas y después cuando se dirigió al público en el partido del New York Knicks y el Orlando Magic. "No he sufrido un golpe tan duro desde que asesinaron a John Kennedy", declaró Bob Ferry, ex gerente de clubes y ahora también comentarista de la NBC. "¿Qué se puede decir? Pero, conociéndole, Magic intentará sacarle el mayor provecho a todo esto y ayudar a otros".

Un mito aún mayor

La valentía y la sinceridad de Johnson al confesar su estado y proclamar que está dispuesto a convertirse en portavoz de los enfermos de sida ha hecho de él un mito más grande e incomparable. Ha recibido el apoyo y las alabanzas de gente de todas las clases sociales, comenzando por el presidente Bush y finalizando por el ciudadano de a pie. Más de un centenar de personas se reunió en el Forum, la cancha de los Lakers, para oír la noticia. Había tantos periodistas que 80 se quedaron fuera. Había lágrimas y caras largas. Se siguió la conferencia por radio y televisión y, al finalizar Johnson, se oyeron gritos de "Magic" Magic!"."Es el héroe de nuestro país", declaró Bush en Roma, en donde se halla con motivo de una reunión sobre la OTAN. "Estoy triste. Es un buen hombre. No puedo decir lo mucho que estimo a Johnson. Son muchos los jóvenes que le quieren y me imagino que ahora andan con el corazón roto. Es una tragedia". El secretario de Salud, Louis Sullivan, declaró en un comunicado de prensa: "Estoy con Johnson y su familia. Sé que su respuesta al sida será tan heroica como su carrera en el baloncesto. Tengo la esperanza de que los norteamericanos, donde quiera que estén, entenderán hoy que el sida no es una enfermedad ajena que solamente aflige a un desconocido. Todo el mundo tiene que ser consciente de que le puede tocar. Tengo muchas esperanzas de que en los próximos meses y años Johnson ayude a llevar a los jóvenes un mensaje que pueda salvar sus vidas en auténtico peligro".

Sin perderle el respeto, las organizaciones del sida celebraron la confesión de Johnson y la tomaron como una señal positiva que empuje al Gobierno y a la sociedad norteamericana a invertir dinero y esfuerzo en la lucha contra esta enfermedad. "Cuando alguien como Johnson se atreve a decir esto, se convierte en un héroe", declaró Elizabeth Glaser, fundadora de un centro pediátrico de sida y víctima también de esta enfermedad. "A lo mejor, su voz tiene más impacto que cualquier otra. Este mal tiene curación, pero tan sólo si le hacemos caso. A este país no le importa, pero quizá este ejemplo horrible hará que se tome nota".

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