_
_
_
_
_

Un anciano mata a su mujer por discrepancias religiosas y se suicida

Ana Alfageme

Francisco García utilizó su escopeta de cazador para destrozar de un tiro la cabeza de su mujer, Josefa Magdaleno. Después se disparó otro cartucho él bajo la barbilla y cayó sobre el arma, del calibre 12. Ésta es la hipótesis que baraja la Policía Judicial de Leganés (Madrid) tras encontrar, el martes por la noche, los cadáveres de los dos ancianos -él tenía 74 años y ella 72- en su vivienda. Vecinos y familiares han asegurado que el matrimonio discutía porque ella era testigo de Jehová.

Una hija de Francisco y Josefa, que vive también en Leganés y que es testigo de Jehová como la madre, avisó a la comisaría del pueblo el pasado martes sobre las nueve de la noche. Sus padres no contestaron a sus llamadas en todo el día, y cuando intentó abrir la puerta, la cadena de seguridad estaba echada, relataba impresionado ayer Miguel, un cuñado de las víctimas.Los agentes forzaron la puerta del domicilio de los ancianos y se encontraron, en medio de un charco de sangre los dos cuerpos, uno en cada. dormitorio de la vivienda, en el 2º A de un bloque de la calle de la Alcarria, 82, en la colonia de Zarzaquemada, de la población de Leganés (170.000 habitantes), cercana a Madrid.

Los agentes interrogaron después a la vecina del 30 A, cuyo marido aseguraba ayer que la mujer oyó dos detonaciones el lunes sobre las 19.30. Por tanto, los ancianos pudieron morir 24 horas antes de ser encontrados sus cadáveres.

La hija que avisó a la policía declaró que el único motivo de disensión que conocía entre sus padres era la religión de Josefa y su ausencia a los actos católicos a los que acudía la familia, según aseguraron fuentes de la comisaría de Leganés. Los agentes también comprobaron que la escopeta había disparado dos cartuchos y que estaba a nombre de Francisco García, que tenía licencia, de armas. La Policía Judicial de la población ha descartado por este motivo la hipótesis de un suicidio acordado entre los dos cónyuges y esperaba ayer el dictamen de la Policía Científica y de la autopsia de los cadáveres. El Juzgado número 4 de Leganés se ha hecho cargo de la investigación.

"Que Dios le perdone"

A la vecina del 90 A, una mujer de mediana edad que compartía creencias y amistad íntima con Josefa, se le saltaban las lágrimas ayer: "¿A que nadie le ha hablado mal de ella, a que no? Para mí ha sido como una madre. Yo sólo le digo que la he llorado y la lloraré mucho". Ella y Josefa, que de joven trabajó como asistenta, salían a pasear y a ver tiendas. "Y de él. no digo nada. Que Dios le perdone". Francisco era aficionado a la caza y se había jubilado como guarda de una joyería en Madrid. "Un hombre muy raro, poco sociable, retraído", comentaban dos vecinas. "Dejó de ir a las reuniones de la comunidad porque siempre había que hacer lo que él quería. Una vez hasta nos denunció porque quería poner contadores individuales".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Muerte prevista

"Él hacía las compras y manejaba el dinero. A la mujer la tenía anulada, estaba en su contra", proseguían las dos vecinas, Mari Carmen y Esperanza. Su opinión sobre Josefa era muy buena. "Alguna bronca habían tenido por lo de ser testigo ella". La chica que atiende el bar de enfrente daba su explicación: "Al parecer, ella no hacía más que ir a visitar a gente, a predicar, y no se encargaba de la casa". Francisco y Josefa vivían en el bloque de 40 viviendas de Zarzaquemada "desde siempre" y tenían cinco hijos y varios nietos. No recibían muchas visitas de sus familiares y ella salía siempre a sus asuntos religiosos, desde que, según otro vecino, se convirtió, hace como cuatro años. Él salía mucho, salía a cazar y a hacer la compra.Miguel, el cuñado de la pareja, decía ayer que Francisco debía de tener planeada su muerte y el tiro que arrastró a su mujer a su mismo destino. El lunes por la tarde fue a casa de su hijo Eusebio, que vive en Móstoles, y le llevó el dinero para los regalos de Reyes de los nietos. Su hijo se quedó muy sorprendido. Dos vecinas añadían al relato una afirmación del suicida: "Os lo traigo por si yo me muero, les dijo".

Los cuerpos de Francisco y Josefa reposaban ayer en el tanatorio de Leganés, tras serles practicada la autopsia por la mañana. Serán enterrados hoy, según informaron en los servicios funerarios. Sus familiares, llorosos, no decían palabra.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Ana Alfageme
Es reportera de El País Semanal. Sus intereses profesionales giran en torno a los derechos sociales, la salud, el feminismo y la cultura. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora jefa de Madrid, Proyectos Especiales y Redes Sociales. Ejerció como médica antes de ingresar en el Máster de Periodismo de la UAM y EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_