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EL ESTRENO DE "TACONES LEJANOS"

Almodóvar invadió la Gran Vía con dos tacones gigantes

En su interior viajaban los actores de la última película del director manchego

Dos tacones de 4,20 metros cada uno -el máximo de altura permitido por la ley-, aparecieron anoche por la Gran Vía de Madrid, iluminados con potentes focos, y se fueron acercando, tirados por camiones, al cine Palacio de la Música. Fabricados de madera y escayola, forrados de capitoné rojo y piel de pantera, en el interior del primero viajaban Pedro Almodóvar, Marisa Paredes y Bibi Andersen, y en el segundo, Miguel Bosé, flanqueado por Victoria Abril y Cristina Marcos. La troupe fue aclamada, a su llegada al local por centenares de personas que colapsaron la calle. Fue una noche feliz para director y actores de Tacones lejanos, de Pedro Almodóvar, High heels para el mercado anglosajón.

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La idea de griterío y alboroto que se produjo en la entrada del cine cuando llegó el iluminado equipo se condensa en una frase pronunciada por Bibi Anderson en referencia a su ceñido vestido negro: "¡Creí que lo perdía en la puerta!". Victoria Abril sonreía y, mientras miraba al más de medio centenar de fotógrafos que disparaban, susurró: "¡Acción!". Entre los periodistas se encontraba desde un equipo del canal 5 de Italia hasta los enviados especiales de la publicación Canfali de Alicante.La única que faltó metida en los tacones por la Grán Vía fue Miriam Díaz Aroca, la última chica Almodóvar, que no pudo acudir por encontrarse grabando el programa televisivo Un, dos, tres..., del que es presentadora. El productor de la película, Tinín Almodóvar, hermano del director, contó que gastaron un millón de pesetas en un aerotaxi para traer a Madrid desde Sevilla a Victoria Abril, que se encuentra rodando en Cádiz una película, y que hoy, a las tres de la madrugada, tenía previsto volar de vuelta a Andalucía. El aerotaxi y su vestido de Chanel convirtieron a Abril en la más cara de la velada.

Los tacones gigantes fueron fabricados por el mismo constructor de utillaje cinematográfico que ha participado en la película, Enrique García, y su salida desde las cercanías de la plaza de la Cibeles hasta la llegada al local fue grabada. "Estaba todo previsto", dijo Tinín Almodóvar, "pero verlos a lo lejos iluminados, avanzando por la Gran Vía, me ha emocionado".

"Sed discretos"

La película comenzó a las once de la noche, una hora después del horario fijado, y el propio Almodóvar tuvo que subir al escenario para pedir a los rezagados que tomaran asiento. Aprovechó para dar las gracias, gesticulan do con las manos, en nombre del equipo artístico. También les gritó a los espectadores, refiriéndose al melodrama entre madre e hija que cuenta su película, de la que momentos antes había declarado que es "para reír y llorar": "Si no disfrutáis, sed discretos y no lo digáis". Vestía un traje negro con los hombros llenos de virutas metálicas que creaban un efecto de lluvia.

A las 22. 10, cuando ya los aledaños a, la sala se encontraban atestados de curiosos y 12 guardas jurados dispuestos a contener a la multitud, apareció discretamente Antonio Banderas, uno de los primeros en llegar, acompañado por Rosario Flores. Banderas dijo: "Los grandes protagonistas hoy son ellos, y aunque no se puede decir que tenga mono de Almodóvar sí es cierto que con cinco películas y casi diez- años de colaboración hay cosas que echo de menos, aunque confío en que seguiremos trabajando cuando nos necesiternos". Banderas iba a interpretar en un principio el papel de Miguel Bosé, pero eligió rodar en Estados Unidos una producción americana.

Tacones lejanos, que a partir del viernes, con su presentación en Barcelona, figurará en las carteleras de 105 cines de España, ha sido vendida a todo el mundo. "Hasta en Yugoslavia", contó el productor asociado, Ricky Posner, "donde ha habido hasta una disputa entre serbios y croatas". En Estados Unidos se presentará el 3 de diciembre con motivo de la inauguración de un local del Lincoln Center dedicado a Filmoteca. "Es un honor", dijo Tinín Almodóvar, "que se pase el día antes que una versión restaurada de Un tranvía llamado deseo y de un montaje inédito de Blade runner ". El estreno oficial en Norteamérica será el 18 de diciembre, en Francia e Italia en enero, en Alemania en marzo y en Japón en abril.

El hecho de que Almodóvar sigue siendo punto de referencia de muy diversos sectores sociales sé manifestó en la larga lista de fa mosos asistentes: ministros (José Barrionuevo), ministras (Matilde Fernández), políticos (Luis Yáñez), miembros de la judicatura (Cristina Alberdi), mises (Eva Pedraza, Esther Arroyo), condesas (la de Siruela y la ex de Lequio), diseñadoras (Agátha Ruiz de la Prada, Elena Benarroch), escritores (Terenci Moix, Rosa Montero, Vicente Molina Foix, Luis Antonio de Villena), el cuarteto más genuino y moderno de la canción española (Martirio, Luz Casal, Alaska y Massiel), jóvenes directores de cine (Juanma Bajo Ulloa y Julio Medem), modelos (Jacqueline de la Vega, Rossy de Palma), actores (Maribel Verdú, Fernando Guillén Cuervo, Carmen. Conesa, Kifi Manver), y hasta la chica plus (Elena Nieto).

Al cineasta Luis G. Berlanga el estreno le recordó "las noches maravillosas de Cifesa, cuando la gente llenaba la calle para ver a los actores". Para el director, un estreno como el de anoche es positivo para el cine español y ayuda a olvidar otras situaciones, posteriores a las de la aquella época dorada de Cifesa, "en las que había que pagar a extras para que fueran a las premieres".

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