Anita Hill: "Este caso ha convertido el acoso sexual en tema de diálogo"
"Éste ha sido un caso extraordinario del que EE UU, como país, debería aprender varias lecciones", declaró ayer la profesora Anita Hill tras la confirmación por el Senado del juez Garence Thomas como nuevo miembro del Tribunal Supremo. Hill efectuó estas declaraciones, las primeras tras la confirmación, a un reportero de la agencia Associated Press y al corresponsal de EL PAÍS. Una de las lecciones que para esta mujer de 35 años ha tenido todo este caso es que el tema del acoso sexual se ha convertido "ahora en parte del diálogo".
Hill, dos horas después de conocer la confirmación del juez, no quiso comentar el resultado de la votación del Senado, pero dijo: "De todo este asunto hay que sacar lecciones importantes. La primera, que fui capaz de salir adelante con mi problema [el acoso sexual], quizá no de la mejor manera que pude hacerlo pero debo decir que lo que dije es verdad". "Estoy contenta de haber explicado al comité mi experiencia y lamentó la forma en que algunas personas reaccionaron contra mí, pero el objetivo se cumplió y estoy contenta de que así sea", dijo la profesora de la Universidad, de Oklahoma. "Estábamos expuestos a un proceso legislativo que Jamás se había enfrentado a una situación como la que hemos vivido", explicó Hill mientras estrechaba los hombros de su anciana madre, esposa de un granjero de Tulsa (Oklahoma).
"No puedo contar cuántas cartas he recibido de gente de todo el país que está preocupada por este delicado tema. Hombres y mujeres que experimentan lo mismo que yo experimenté y dicen que ahora, por primera vez, se ven capaces de hablar".
Las palabras de Anita Hill se produjeron en el porche de su casa, situada en calle South Berry, en uno de los suburbios de la Universidad de Oklahoma, poco después de que unos expertos en protección electrónica visitaran su casa e para convertir su hogar en un lugar seguro.
Hill reconoció que lo mejor de su vida iba a cambiar, pero declaró que no se sentía "un símbolo". "No tengo miedo de que me conviertan en un símbolo porque nunca tuve esa ambición y no creo que eso ocurra, hay muchas mujeres que han experimentado lo mismo que yo y lo que necesitan no son símbolos si no formas con las que encauzar sus denuncias". Anita Hill expresó su deseo de que su vida volviera a la normalidad lo antes posible. Sobre su estado anímico explicó: "Me encuentro bien". Tras esbozar una tímida sonrisa, entró en su casa.
La confirmación del juez Clarence Thomas provocó un cierto desencanto y un aislado grito de "¡nooo!" en la Escuela de Derecho de la Universidad de Oklahoma (OU). Profesores y estudiantes coincidieron en señalar que la decisión del Senado era "política" y que no significaba que Hill hubiera mentido.
Tommie Johnson era una de las alumnas de Hill. "No he dudado jamás sobre la veracidad de sus palabras. Hill se ha convertido en un símbolo para las mujeres de este país y estoy segura de que a partir de ahora el acoso sexual estará mucho más limitado". Ayer, durante su primera clase de Derecho Mercantil tras haber declarado ante el Senado, Hill no habló del asunto a sus estudiantes.
David Swank, el rector de la escuela y amigo de Hill, aseguró que las críticas recibidas por permitir a la profesora Hill lanzar sus acusaciones contra el juez Thomas desde una de las aulas del centro eran injustas".
La votación del Senado fue recibida de forma muy diferente en la localidad Pin Point (Georgia). Allí la madre del juez Thomas, Leola Williams, de 62 años, exclamaba: "Diós ha tenido la última palabra", informa Reuter.
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